viernes, 29 de junio de 2012

La parada que hizo a Iker el mejor de la historia




*Casillas no sólo es un grande, más bien es el portero más grande en toda la historia de Mundiales y Eurocopas en las tandas de penaltis. Ha superado a mitos como Harald Schumacher y Sergio Goycoechea.

  Es el mejor de la historia. En este aspecto no hay discusión. Tras parar el penalti a Joao Moutinho en la tanda de las semifinales de esta Eurocopa 2012, Iker Casillas es el guardameta que más penas máximas ha detenido en las tandas de fases finales de europeos y Mundiales.
  Tras esa parada decisiva en el primer lanzamiento luso, el capitán de La Roja supera a dos porteros que son mitos del fútbol, el alemán Harald Schumacher y el argentino Sergio Goycoechea, famoso por haber metido a su selección en la final del Mundial de Italia 90 al parar en seco a la selección transalpina en semifinales.
   El otro portero que también ha parado penaltis decisivos en tandas de campeonatos de Europa y del mundo ha sido el portugués Ricardo, decisivo especialmente en el duelo de cuartos de final de 2004 ante Inglaterra. Este trío de porteros ha parado cuatro lanzamientos cada uno.
Irlanda, Italia y Portugal
   La leyenda de Iker comenzó en los octavos de final del Mundial de Japón y Corea de 2002. Ya paró una pena máxima en tiempo reglamentario y que impidió el 2-1 y la eliminación de España antes de la prórroga.
En aquella tanda detuvo los penaltis a David Connolly y Kevin De Rossi en los cuartos de la Euro 2008 y que permitieron avanzar a La Roja.
   Y esta última, la que ha ayudado a Iker a ser, simplemente, el mejor de la historia en esta especialidad, tuvo este miércoles ese feliz desenlace.
Killbane. Tuvo que esperar seis años para volver a esa 'lotería'. Las recordadas paradas a Di Natale y  y De Rossi en los cuartos de la Euro 2008 y que permitieron avanzar a La Roja.
   Y esta última, la que ha ayudado a Iker a ser, simplemente, el mejor de la historia en esta especialidad, tuvo este miércoles ese feliz desenlace.

Los sucesos del 30 de Junio de 1957 en Santiago de Cuba




*JOSUÉ, FLORO Y SALVADOR, COMBATIENTES DE LA REVOLUCIÓN
 Este 30 de Junio se  commemora el 55 aniversario de la caída de tres destacados revolucionarios santiagueros. Hasta ellos el eterno homenaje de su pueblo
 
En este nuevo aniversario, es necesario detenerse en el análisis de algunos aspectos que salen a la luz en el contexto de la Causa Número 633 de 1957, la cual se inicia el mismo día del trágico acontecimiento, por el Juzgado de Instrucción del Norte de la ciudad de Santiago de Cuba. Los documentos contentivos de la misma no pueden ocultar toda la manipulación de que fue objeto ese proceso -como otros tantos en todo el país en esa época- por quienes detentaban el poder alcanzado mediante el cuartelazo del 10 de marzo de 1952.

Esa camarilla gobernante, integrada por vulgares asesinos y ladrones del erario, manejaban a su conveniencia el curso aparentemente legal del sistema judicial imperante por medio de sus personeros, politiqueros y jefes de los cuerpos represivos del batistato. La deleznable actuación jurídica de entonces -salvo notables excepciones de algún honesto funcionario- evidenciaba el amplio espectro de corrupción existente en el Poder Judicial instaurado. Desde su pirámide hasta los órganos inferiores encargados de administrar justicia en Cuba, ello era algo muy común en el diario acontecer de aquellos amargos y difíciles años.

A partir de las 7:10 p.m. de ese mismo 30 de junio, en que se constituyó en el señalado escenario del crimen, el Juez de Instrucción, su Secretario, los médicos forenses y agentes de la Policía Nacional, como algo habitual en estos casos, tuvo su inicio la Causa 633/57. Y allí, donde se había producido la sangrienta emboscada por guardias, policías, marineros y también por miembros del conocido grupo paramilitar de asesinos Los Tigres de Mansferrer, yacían los cuerpos sin vida, hiperacribillados, de Floro y Salvador -uno sobre el pavimento, el otro semidescolgado de la puerta del auto que tripulaban poco antes en la acción revolucionaria destinada a boicotear durante diez minutos el mítin politiquero que a esa hora tenía lugar en el parque Céspedes-, mientras Josué, ya herido no de gravedad, había sido ultimado dentro del jeep militar, en el trayecto al Hospital de Emergencias, adonde habría de ser "enviado" por el connotado esbirro y criminal, teniente coronel José María Salas Cañizares, quien con rapidez fraguó y dispuso a sus acólitos el aniquilamiento del menor de los País, antes de llegar al referido centro hospitalario.

Otros de los elementos que el equipo legal del Juzgado de Instrucción del Norte pudo apreciar sobre el terreno fueron que:

- Ninguno de los uniformados resultó siquiera herido en la refriega (que ellos mismos realizaron de forma indiscriminada).

- A pesar de autocalificarse ante el Juzgado como víctimas y no como victimarios, como realmente fueron, no pueden ocultar el alto grado homicida de la acción que figura en su contra.

- Como consecuencia del fuego abierto y mantenido de sus armas de reglamento por los dos carros patrulleros de los conocidos por Los Tres Pegaditos, y por el resto de los efectivos que ejecutaban el servicio de patrullaje a pie de esa zona, resultan heridos de bala un niño y un ciudadano de avanzada edad, que a esa hora transitaban por el área.

- La enorme cantidad de perforaciones hechas por los proyectiles de armas de fuego que presenta el automóvil de marca Chevrolet, modelo 1952, chapa número 275386, para uso de alquiler y propiedad del ciudadano español Santiago Fernández, era otra prueba fehaciente e irrefutable del vandalismo y criminalidad asociadas directamente al hecho. El auto en cuestión había sido ocupado por el comando liderado por Josué a su dueño, por un tiempo que no debía extenderse mucho, pues el pequeño grupo no podía exceder los diez minutos en la calle, con la marcada finalidad de contrarrestar de alguna forma la farsa politiquera de los batistianos.

Tales evidencias, amañadas con los falsos argumentos y presiones de los cuerpos represivos actuantes -en especial, el ejército y la policía-, serían consignadas en el acta de constitución, levantamiento de cadáveres e inspección ocular, fechada el día de los hechos, y también en los sucesivos trámites, investigaciones y diligencias jurídicas inherentes al caso.

Sin embargo, al iniciarse la Causa 633 de 1957 no fue posible desvirtuar la verdadera naturaleza del principal delito allí registrado contra al aparato represivo, por lo que se califica y denomina: HOMICIDIO TRIPLE, ROBO y DISPAROS DE ARMA DE FUEGO. Los últimos dos delitos mencionados habrían de sufrir ligeros cambios condicionados en lo adelante, pero la posible intención de eliminar o transformar el primero, no le fue posible a la tiranía, por su repercusión en un escenario público y la airada repulsión que el hecho produjo en el seno del pueblo.

La primera Providencia del Juez de Instrucción del Norte, para dar paso a las investigaciones requeridas, recaen en los cuerpos de la Policía Nacional, Policía Secreta y Policía Judicial, cuyo Supervisor lo es el ya citado Salas Cañizares. Es así como los primeros en emitir declaraciones y contribuir con éstas a cambiar la verdadera imagen y realidad de los hechos, serán las del primer teniente Pedro Peguero Bataille y los agentes Miguel Olea Gros y Luis Mariano Randich Justiz. Este último será bien conocido de la población santiaguera un mes después, por su activa participación en la búsqueda y detección del inolvidable líder de Acción del MR-26-7, Frank País García, asesinado el 30 de julio de ese año en el Callejón del Muro.

Asimismo se incluye a esa Providencia el tomársele declaraciones a testigos ocasionales en el área, como fueron dos trabajadoras de una cercana cafetería y a su propietario. Sus breves impresiones de lo ocurrido resultaban, como se esperaba, insignificantes, pues en medio del tiroteo unilateral debieron buscar con urgencia lugares donde guarecerse dentro del pequeño establecimiento comercial. Todo pura formalidad. Estos testigos no incriminarían obviamente a nadie.

Tras el fraudulento método de consignar lo conveniente, en esas actuaciones se insiste en significar la no ocupación, como prueba de convicción, de ninguno de los proyectiles que ocasionaron la muerte a Josué, Floro y Salvador, ni siquiera en las autopsias efectuadas a sus cadáveres… y se introduce el testimonio policiaco en el cual se señala que se observan al parecer algunas perforaciones de bala en el carro patrullero M-3, codificado con las siglas SVM-6, marca Oldsmovile-88, supuestamente producidas por el “vehículo atacante”, como pasan a identificar el auto ocupado por el comando revolucionario, cuyas integrantes no tuvieron tiempo ni posibilidades de defenderse. El informe emitido el 15 de agosto por el Gabinete Nacional de Identificación lo corrobora, al señalar como conclusión de los peritajes efectuados sobre la base de la inicial prueba de la parafina practicada a los tres extintos jóvenes, que en la búsqueda de productos nitrados derivados de la conflagración de la pólvora, se obtuvieron resultados negativos en todos.

Al resultar innegable que los tres jóvenes fueron atrozmente asesinados es indispensable que algunos de los efectivos más destacados resulten encausados, lo que evitaría la conformación judicial de una extensa lista. Fueron entonces citados ante el juzgado los soldados Nelson Rodríguez Pérez y el José Vicente Céspedes Blanco; el policía Fridy Gorra Rodríguez y el marinero Filiberto Torres López; se les tomó declaración y cada uno expuso lo que le vino en ganas. Nadie los detuvo y, por tanto, “continuaron prestando sus servicios” como tales a la tiranía. Mas, como estaban siendo objeto de un tribunal civil y resultaba más cómodo que fueran “juzgados” por un tribunal militar, el 24 de octubre, de pleno acuerdo con el Juez de Instrucción del Norte de Santiago de Cuba, el coronel Alberto del Río Chaviano, la hiena del Moncada, solicitó en escrito oficial al tribunal Superior de la Jurisdicción de Guerra que la denominada causa pasara a esos predios. Entonces, hasta el número de su radicación original fue eliminada. Sólo con el triunfo de la Revolución volvió a reactivarse la Causa 633/57. Dos implicados fueron enjuiciados y sancionados. Otros de los acusados y requisitoriados en todo el territorio nacional, lograron abandonarlo y escapar a la acción de la justicia revolucionaria, tras producirse el derrocamiento de la sangrienta tiranía batistiana.

El entierro de los jóvenes revolucionarios se transformó en una manifestación de duelo y desafío al régimen. Sus cuerpos fueron cubiertos por banderas del Movimiento 26 de Julio.

“¡No tapen el sarcófago para que Josué pueda ver a su pueblo que lo sigue!”, dijo valientemente su madre Doña Rosario. El pueblo no solo lo siguió, lo acompañó hasta la necrópolis santiaguera entonando la marcha revolucionaria del 26 de Julio y el Himno Nacional, gritando “¡Abajo Batista!”, “¡Revolución, Revolución...!”

Quien mejor lo conoció, el Frank que tanto admiró y amó a su hermano menor, ante el dolor por la pérdida y la imposibilidad de despedirlo, desde la casa donde se encontraba oculto le dedicó, en sentido poema, estos versos:

“Cumpliste tu vida, tus sueños. Moriste peleando y de frente”.
Por ello, a 55 años del criminal asesinato, mientras en su tumba jamás faltan las flores blancas ni dejan de ondear la Enseña Nacional y la bandera roji-negra del Movimiento 26 de Julio, el heroísmo de Josué, Floro y Salvador se multiplica en esta juventud de hoy, dispuesta a preservar sus sueños y a proseguir su lucha. La caída de estos tres valerosos combatientes venía a reafirmar una vez más que la dictadura era incapaz de resistir el avance de la acción revolucionaria.
 (Tomado de Sierra Maestra)

martes, 26 de junio de 2012

Ronaldo Veitía Valdivie





La eterna cita con el judo femeninoEl entrenador principal de la selección femenina de Cuba, Ronaldo Veitía, se ha convertido en una figura importante de judo mundial gracias al ascenso de sus pupilas en la elite mundial al ganar todo los títulos de la Federación Internacional.



CUANDO hace dos años atrás confesaba que solo le faltaba el anhelado título olímpico, Ronaldo Veitía Valdivie quería poner al judo femenino cubano en la cúspide de la disciplina y convencer así de la existencia de una escuela nacional. La confirmación de Sydney 2000, el reciente mundial de Munich y las predicciones del actual ciclo, dejaron de ser un sueño.

Fueron muchos años de intenso trabajo en el entrenamiento en la búsqueda de talentos y métodos para llegar a ganarse el respeto de los atletas y técnicos de un deporte clasificado para sus creadores, los japoneses, y europeos fundamentalmente. Mientras por los años 60 ya ellos realizaban campeonatos, en Cuba se formó el primer equipo en 1983 y desde entonces se ha producido un gran salto internacional.

Su locuaz y expresivo dominio en el tatami diario y en los internacionales, también estuvo presente en el diálogo con JIT:



Llegó al equipo nacional en 1986. Qué encontró entonces?

«No éramos ni campeones de Centroamérica y del Caribe. En Europa y Asia ya se celebraban campeonatos continentales desde la década del sesenta y Cuba integró su primera selección nacional en 1983 para asistir a los Juegos Panamericanos de Caracas, Venezuela.

Cuando yo llegué fue una situación muy contradictoria pues las mujeres tienen sus características. Comenzamos entrenamientos de hombres adaptados a su capacidad, con escalas nuevas, el mismo nivel de carga de entradas y otros parámetros nunca probados. Entonces se opinaba que la mujer no debía hacer pesas, este error metodológico se obvió con una cientificidad de los entrenamientos y su seguimiento médico.

Estudiamos lo que podía ser limitante para las mujeres e hicimos hincapié en las entradas y el trabajo en newasa (en el suelo) porque sabíamos su caracter ganador y los traspolamos a ellas.

Poco a poco después de algunos enfrentamientos y adaptaciones, que incluso tuve que hacer como persona, fui observando lo productivo del trabajo con las mujeres. Estas muchachas, icreíblemente tienen un entrenamiento de hombres y, lo más importante, a pesar de la rudeza ninguna pierde su femineidad, que la adolecen otros equipos europeos y del mundo».



Habías trabajado con mujeres antes

«Yo siempre había trabajado con equipos masculinos, tuve buenos resultados y me dieron la tarea de entrenar al femenino.

Fui atleta del equipo nacional y me retiré en el año 1973. Obtuve varias medallas en topes, giras y torneos. Al dejar el deporte activo me dediqué a trabajar en el municipio Cotorro, de Ciudad de La Habana, de donde fui para la EIDE Mártires de Barbados, en la cual en diez años ganamos los Juegos Escolares Nacionales.

Más tarde participé en una colaboración técnica en México, país donde por primera vez entrené a mujeres. Cuando regresé a Cuba me propusieron trabajar en la ESPA y me negué porque quería hacerlo en la base, que es muy bonito con los niños, o de lo contrario en equipos de alto rendimiento, para valorarme como técnico.

Me escogieron para el equipo nacional femenino, algo que me sorprendió un poco pero ahora creo que los métodos aplicados han dado los resultados actuales.

La idiosincracia de la cubana te hace las adaptaciones para ella de características peculiares y puede ser la mejor del mundo. Ellas nacen pelenado, se desarrollan peleando y la misma vida diaria hace de ella una luchadora constante. Al escoger un deporte de combate entonces se refleja esa combatividad.

Esto lo aprovechamos con mucho entrenamiento parecido al de los hombres. Sabíamos, por ejemplo, que en el ascenso en la soga podían realizarlo solo con las manos, no con pies y manos como hasta ese momento. También cambiamos lo de reservar el ejercicio de planchas para los hombres. Esta mentalidad la fuimos dejando atrás. Algunas de nuestras atletas hacen levantamiento de pesas de hasta 110 kg en fuerza acostada».


EL GORDO VEITÍA

Los resultados de la escuadra femenina de judo tienen un nombre, o mejor, un apodo. Su artífice ha sabido conducir, enseñar, educar.

Ha sido padre para todas aquellas que se han formado bajo su tutela, a quienes nunca les faltó su mano amiga por encima del hombro ni el consejo sabio cuando el mundo parecía derrumbárseles.

Su carácter fuerte, el temple de cubano y la forma física lo hacen ver diferente. Claro, luce extraordinario.

Es duro a la hora de regañar y se emociona como un niño si de celebrar y agitar nuestra enseña nacional se trata. Cubano por sobre todas las cosas, ha ganado a base de méritos propios cada título olímpico o mundial, cada medalla panamericana, cada sonrisa y agradecimiento infinito que le regala su pueblo.

En Santiago de Cuba se quedaron el alma y el “buqué” del mejor ron del mundo



Escrito por MSc. Miguel A. Gaínza Chacon *
Hay un museo singular en esta ciudad, en San Basilio esquina Carnicería: Ud. va, paga dos pesos (MN), lo reciben con un buen trago de ron Añejo Santiago, y luego se sumerge en una historia fascinante de siglo y medio, que explica cómo se hace el mejor ron del mundo. Es decir: el santiaguero... el paradigma.
Con sus dólares, los Bacardí se llevaron la marca. Pero en Santiago se quedaron el cerebro: los maestros roneros, y el misterio rodeado de anécdotas: el influjo del Sol en la ciudad, que a través de tejas traslúcidas en el techo, llega hasta el corazón de las naves de añejamiento; el agua, la madera de los toneles, la cercanía del mar, el estremecimiento de las estibas, al paso de los trenes, y el "buqué" dado por los catadores.
Esa historia precedente, la muestra el Museo del Ron, con exponentes en equipos, instrumentos, diagramas, maquinaria de principio del siglo XX, fotos, etiquetas, y vitrinas con todos los rones producidos en Santiago de Cuba.
Noel Calafel, ya jubilado, fue un puntal en la "Hatuey", por ser un maestro cervecero de primera. Él y Carlos Edgar Martínez Bueno, especialista principal del Museo abierto el 24 de junio de 1996 y ubicado en lo que fue la mansión de la familia Gómez Villasaña, nos acompañaron en un recorrido por el local.
Durante 20 meses el local se mantuvo cerrado para acondicionarlo mejor y enriquecer el muestrario de exponentes. Hay ahora una nueva museografía en la institución reabierta al público en diciembre de 2011.
El visitante inicia su recorrido por seis salas dedicadas a la industria azucarera, de donde sale la principal materia prima para hacer el ron ligero, y siguen el proceso de fabricación, el trabajo de tonelería, las máquinas, la sala de los fundadores del ron en Santiago de Cuba, donde se incluye a Facundo Bacardí, fundador en 1862, a Castillo, Albuerne, Palau, Álvarez Cans... También muestran la etapa a partir del triunfo de la Revolución, desde la nacionalización, con las tres principales empresas productoras: Cuba Ron (incluido el Havana Club Internacional), EMBER y Tecnoazúcar.
"Tenemos previsto dos salas más: una para los maestros roneros, que son siete en Cuba, tres de aquí que se mantienen en Santiago de Cuba, aunque se prepara una mujer en Villa Clara, y la otra sala, que será una réplica de la nave de añejamiento Don Pancho.
"Conferencias, intercambios, narraciones estarán a cargo, indistintamente, de José Navarro Campa, maestro de maestros y responsable del Havana Club; Tranquilino Palencia, del Ron Santiago de Cuba, y Julio Allán Rial, que es el más joven."
El museo funciona de lunes a sábado, de las 09:00 horas a las 17:00 horas.
Un enorme caldero, original, para la melaza; el vínculo del negro con el aguardiente, el catador y la evaluación sensorial, el aroma, el sabor y el color; los principales ingenios en la jurisdicción de Santiago de Cuba, la diferencia entre alcohol y aguardiente, la incidencia del roble blanco en el añejamiento, máquinas de inicio del XX, que gracias al empeño y la gestión del colectivo del museo, incluso aún funcionan.
También hay muestras de rones especiales por encargo y otros que ya no se fabrican: Matusalem, Caribbean Club... y un extintor de la destilería, colección de etiquetas, desde la más antigua hasta la actual; relación de fundadores y comerciantes, maquetas de la Ronera Santiago (Ron Caney) y de la Matusalén, los Premios obtenidos en certámenes nacionales e internacionales...
El extintor de grandes ruedas, es admirado por los visitantes. En su momento ayudó a sofocar un incendio y evitó que desapareciera el populoso barrio de San Pedrito, aledaño a la destilería.
Los lunes, de las 10:00 horas hasta el mediodía, en el patio de la institución se desarrolla la peña cultural del grupo vocal femenino Vidas, único que le ha dedicado un tema al ron.
Rita González Jiménez, la guía; Coralia Hechavarría Noa, técnica de museo, y Ervio Chaín Pérez, auxiliar, integran con Carlos el colectivo del Museo del Ron.
Y como museo al fin, el del ron en Santiago de Cuba va aumentado poco a poco sus exponentes, que cobran cada día un valor excepcional pues reflejan el quehacer de una industria que lleva consigo el acervo cultural de la ciudad. Porque el ron santiaguero es parte indisoluble de la cultura cubana y santiaguera.
PERSONALIDADES MÁS IMPORTANTES EN EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA RONERA CUBANA
Facundo Bacardí Massó, Facundo Bacardí Moreau, Juan Bautista de la Torre, Humberto Corona, Mariano Lavigne, Ramón Lozada,
José Albuerne Carreño, Pedro Palau, Eduardo Ibarra, Arturo García, César Vega, Roberto Cuco Trompeta... Y quienes aún ofrecen sus conocimientos en la primacía mundial del ron cubano:
José Pablo Navarro Campa, Tranquilino Palencia Estruch y Julio Enrique Allán Rial.
REFLEXIONES QUE SON COMO UN LIBRO
"La gente dice que en Santiago de Cuba tenemos un secreto para fabricar el ron, y no es verdad. Aquí lo que hay es un método, un estilo de trabajo que nos permite producirlo siempre con la misma calidad: la mejor." Humberto Corona
"En Santiago de Cuba el ron deja de ser una mercancía. Aunque lo es, es aquí donde el ron se transforma en una expresión de cultura y tradición, en su fase productora y posterior a esta. Y este ron, esta cultura que nace en Santiago, se ha ido trasladando a otras fábricas del país. No ahora en la Revolución sino desde los años 40 y 50 del pasado siglo." José Pablo Navarro, primer maestro ronero de la Corporación Cuba Ron

                                   *Periodista del semanario Sierra Maestra

miércoles, 13 de junio de 2012

EL POSTUMO HOMENAJE A TEÖFILO



     La jornada del 12 de junio del 2012, marcó significativamente al deporte y la familia del boxeo cubano. Era sepultado en la Necrópolis de Colón, en la Ciudad de la Habana, el destacado pugilista Teófilo Stevenson, tricampeón olímpico y mundial, quien muchas glorias les dio a los cubanos de diferentes generaciones. Llegue con este modesto trabajo de un colega tunero un póstumo homenaje a Teo, Pirolo, Stevenson, campeón… como muchos los identificamos en cada momento. Descanse en paz TEO.

Pirolo, el muchachón de Delicias

Por Roger Aguilera
El día que recibí una llamada telefónica para comunicarme que Teófilo Stevenson Lawrence le iba a decir adiós al boxeo, como periodista sentí el privilegio de tener una exclusiva que iba a recorrer al mundo.
Cuando la noticia comenzó a circular por los teletipos, los medios nacionales y las agencias internacionales anunciaban ipso facto que ya se retiraba el tricampeón olímpico y mundial. Pero lo que fue alegría para mi, fue tristeza para Teófilo.
Un día me confesó con nostalgia que se había adelantado a esa decisión, pero que ya había dado ese paso. Luego me contó:
“Antes de ir a Reno muchos crían que yo estaba acabado, porque había perdido en el Cardin de ese año. Pero me dieron la oportunidad de prepararme en un centro de entrenamiento de la Isla de la Juventud, y va viste lo que pasó. ”
Más allá de sus victorias, demoledora pegada, técnica depurada, limpieza en el combate y estilo elegante, Teófilo fue un caballero sobre el cuadrilátero, un amigo, un gran hijo, buen hermano y gran padre.
Nunca se le vio intentar demoler con andanadas de golpes a los oponentes noveles, los sobrellevaba. Un día le pregunté, cuál es tu mejor arma, y me contestó: “el jab de izquierda., porque cuando lo utilizo el contrario se va acostumbrando a la mano izquierda y entonces lo sorprendo con la derecha. Doy un solo golpe y ya”.
Sobre Duane Bobby (la Esperanza Blanca) que Teófilo venció en la Olimpíada de Munich-72, el tricampeón me dijo: si tú supieras, es una de las personas más humanas que he conocido. A cada rato me comunico con él. Es mi amigo.
Tras coronarse campeón en eventos mundiales el hobby de Teófilo era regresar a su terruño, en la comunidad de Delicias, municipio de Puerto Padre, provincia de Las Tunas.
En una de esas ocasiones fue tocando puertas en las casas de sus amigos hasta terminar en un comedor obrero donde trabajaba la vieja Lina, la esposa de John Herrera, su primer entrenador de boxeo. Allí la besó, la abrazó y departió unos minutos.
Era motivo de orgullo y emoción para su padre ver al hijo pelear, pero su madre Dolores siempre se opuso, incluso en las primeras incursiones, en la ciudad de Las Tunas, el jovencito Teófilo lo hizo a escondidas.
Cuando regresó del Campeonato Mundial de Reno, Nevada, Estados Unidos, en 1986, fue a ver a Dolores, que se encontraba hospitalizada en Puerto Padre. Al verlo le dijo: Pirolo, ni un guantazo más. Teófilo se inclinó, la besó y le susurró un secreto en un oído.
Dos años después, en 1988, Teófilo se retiraba oficialmente. Reno fue su último escenario pugilístico.
Y en Delicias, en la segunda planta de la casa de él y su familia, sostenía a su pequeña hija Heles con el brazo derecho y con la mano izquierda me enseñó un par de guantes, aun con las huellas de los golpes que se impactaron en el rostro del norteamericano Alex García, en el Campeonato Mundial de Reno.
“No hubiera querido llegar a esto, pero tenía que traer el Oro para Cuba”, precisó.
Sus últimas imágenes que recuerdo fueron durante los días finales de la Serie Nacional de Béisbol, en la cueva de los Leñadores de Las Tunas y retozando en las gradas con varios aficionados, con los puños cerrados, en alarde de buen boxeo; y una amplia sonrisa que me recordaba a Pirolo, el muchachón de Delicias.