martes, 3 de julio de 2012

ORESTES KINDELÁN OLIVARES


“EL CAÑÓN DE DOS RÍOS”. CONSIDERADO EL MAYOR JONRONERO DE LA PELOTA CUBANA. El santiaguero, sin dudas, hubiera superado ampliamente la cota de 500 bambinazos de no haber integrado el nutrido contingente de los retirados prematuramente en esa epoca.

La labor desarrollada por Orestes Kindelán Olivares, el mejor cuarto bateador de las Series Nacionales en todos los tiempos, aun resplandece como un hecho trascendental.
Ese nombre lo escuché por vez primera en 1982, e inmediatamente recabé en la coincidencia eponímica entre ese fornido atleta juvenil de 6.1 pies de estatura y 94 kilogramos de músculos con dos grandes toleteros orientales de antaño: Hermés Kindelán y Gerardo Olivares.
Bastó la actuación del joven en el campeonato mundial de su categoría celebrado en Barquisimeto, Venezuela, en 1982, para que todos se percataran de que estábamos en presencia de un gran prospecto.
Allí, Kindelán estuvo rodeado de otras futuras estrellas de la pelota cubana como Lázaro Vargas, Javier Méndez, Antonio Pacheco, Juan Padilla y Armando Ferreiro, entre otros, y demostró -con la fuerza de sus muñecas- que estaba listo para un béisbol de elevado nivel.
Su ingreso expedito al clásico cubano mayor no se hizo esperar, y el número 10 del equipo santiaguero, nacido en la ciudad de Palma Soriano el primero de noviembre de 1964, fue colocado en la receptoría.
Desde un inicio, todos se percataron que esa no sería su posición definitiva, pues realmente con Juan Castro, todo un maestro detrás del plato, el muchacho no tendría muchas opciones para un futuro previsible.
Kindelán, no obstante se iba adaptando a las nuevas exigencias que el pitcheo contrario demandaba de él, y de su bate emanaban todas las conexiones habidas y por haber. Así, en la XII Serie Selectiva de 1986 rompió una marca considerada inaccesible: los 28 cuadrangulares de Pedro José “Cheito” Rodríguez, que el palmero elevó hasta 30.
A partir del inicio de dicha saga, la ávida afición santiaguera, que desde la partida del toletero camagüeyano Miguel Cuevas, allá en la VI Serie, no contaba con un jonronero tan consumado como Kindelán, le nombró el Tambor Mayor para destacar al jonronero por excelencia de la pelota cubana a partir de entonces.
Y fue tan fuera de serie el papel desplegado por este jugador, que junto con Antonio Pacheco, Agustín Lescaille, Evenecer Godínez, Gabriel Pierre, Luís Tissert, y otros más, hizo posible que el equipo Serranos pudiera coronarse campeón de las Series Selectivas en 1986 y 1987.
El Campeonato Mundial de Parma, Italia, en 1988, aquel decidido por Lourdes Gourriel con jonronazo ante la formación de los Estados Unidos, fue la confirmación de que Kindelán daría mucho de que hablar a lo largo de su derrotero, pues en ella comenzó a hilvanar su gran historia en esas confrontaciones, en calidad de bateador designado, con el número 46 a su espalda en eventos internacionales.
Igualmente, fue crucial la participación de Kindelán en la Serie Nacional 1988-89 para que Santiago se impusiera ante Industriales en aquella memorable serie de play-off concluida en un Guillermón Moncada lleno a toda capacidad.
Ese año, “el Kinde” ganó la Triple Corona de la pelota cubana, con marca de .402, producto de 66 imparables en 164 veces al rectángulo, archivó 24 cuatriesquinazos, y empujó 58 carreras.
En la serie post-temporada de dicha contienda- no podía ser menos-, el cinchete oriental se erigió como un adalid, ya que botó cuatro pelotas para la calle, anotó ocho veces, impulsó a nueve hombres, y recibió cuatro transferencias.
El palmero, cuyo decursar iba de más en más, no demoró mucho tiempo para que todos se percataran de que estaba predestinado a la inmortalidad. En ese ínterin, su traspaso a la custodia del jardín izquierdo, tanto de los conjuntos orientales- Santiago y Serranos-, como de la formación nacional, lo ayudó para, con menos responsabilidades sobre él, mostrarse a toda vela en cuanta contienda se presentó.
Llegó 1990, y junto con él, la campaña de ensueño del “Tambor Mayor” Orestes Kindelán. Esa fue la ocasión de una ocurrencia inédita. El mulato oriental se anexó la Triple Corona tanto en los Juegos Centroamericanos y del Caribe México y el Campeonato Mundial de Edmonton, Canadá, ambos eventos en 1990.
Sobre este último torneo, específicamente, vayan estos datos: El “Cañón del Central Dos Ríos” , apelativo que también lo acompañó en su carrera, terminó con .588 de average, botó seis pelotas, impulsó a 19 hombres hacia el plato, anotó 18 veces, y sus indiscutibles fueron 20.
Asimismo, el increíble slugging del oriental sumó un estratosférico .1 265 y no paró hasta recorrer 43 bases. Por si fuera poco, su labor en los encuentros decisivos contra los nicaragüenses en dicho torneo tuvo tintes espectaculares con sus jonronazos cruciales.
Inexplicablemente, y a pesar de que Kindelán fue el Hombre del Mundial , el Jugador Más Valioso de esa contienda resultó el tirador taipeyano Kuo Lee Chien.
Pero si todo ello no hubiese sido suficiente, el mocetón palmero se dio el gustazo de conectar el batazo más largo de todos los tiempos en el estadio Atlanta-Fulton County. Un estacazo ante el lanzador japonés Hideo Suzuki, que recorrió 521 pies, en el Primer Juego de las Estrellas, organizado por la Asociación Internacional de Béisbol.
Por supuesto, tras dicha actuación, a la que se sumó su labor en la Serie Nacional con .287 general (.313 en el play-off), incluido su liderazgo en bases por bolas con 58, así como el .347 en la Serie Selectiva, fueron su visto bueno para convertirse en el Atleta del Año del deporte cubano en 1990, junto a la corredora Ana Fidelia Quirot.
Sin querer recargar esta crónica con estadísticas enaltecedoras, que serían redundantes, es pertinente expresar que Kindelán, quien a pesar de su poder, aprendió a pararse en el plato para hacer contacto, sin buscar el jonrón, se convirtió en un científico del golpeo.
El “Tambor Mayor”, conectaba para todas las bandas y discernía muy bien los lanzamientos con pleno dominio de cuál era su zona; razón por la que fue un slugger poco común, porque era igualmente un hombre de altos promedios.
El cuadrangular 406 del toletero oriental, que rompió la marca nacional de Lázaro Junco (405), sobrevino el 13 de abril de 1997 ante el serpentinero de Metropolitano Valdimir Dueñas y desde entonces el guarismo 487 vuelacercas, con los que concluyó el Kinde , se yergue como una utopía para todo toletero cubano.
En confrontaciones foráneas, Kindelán produjo 21 cuatriesquinazos en seis Campeonatos Mundiales, 28 en siete Copas Internacionales, 14 en tres Juegos Olímpicos, 13 en cuatro Juegos Panamericanos y 18 en Juegos Centroamericanos y del Caribe para un total de 94.
Sus promedios ofensivos respectivos en cada una de esas lides, casi siempre con el protagonismo de ser el cuarto bate fueron: seis Mundiales (.356), siete Copas Intercontinentales (.396), tres Olimpiadas (.388), cuatro Juegos Panamericanos (.345) y cuatro Juegos Centroamericanos (.481).
Desde el punto de vista doméstico, el palmero estuvo siempre entre los punteros, lo cual le permitió militar en 11 conjuntos campeones cubanos: Santiago (1988-89, 1998-99, 1999-2000, 2000-2001), Serranos (1986, 1987, 1992), Orientales (1993 y 1995), y Orientales- Copa Revolución- (1996 y 1997).
Por supuesto, tantas realizaciones incluyeron dos mil 30 indiscutibles en seis mil 588 veces al rectángulo, impulsó mil 011 carreras, promedió .313, archivó slugging de .600, y desapareció 487 pelotas.
Se retira del deporte activo y juega en la Liga Japonesa de Béisbol, en la etapa 2002-2006, demostrando ser un gran slugger, patentizando que lo logrado en las series nacionales no fue casualidad donde quedó solo a 13 cuadrangulares de los 500. Al regresar a Cuba en el 2006 comenzó a trabajar de nuevo con el equipo de béisbol de Santiago de Cuba, siendo el entrenador de bateo. También ha participado con el equipo de béisbol de Cuba en Juegos Deportivos del ALBA y encuentros internacionales, participó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, como parte del equipo Cuba que obtuvo la plata olímpica.
Se desempeña como entrenador de bateo del equipo de béisbol de Santiago de Cuba aunque también fue entrenador del equipo nacional que participó en los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008.

TRES DÉCADAS DE LA CASA DEL CARIBE


 *Recibe el reconocimiento del pueblo santiaguero
Escrito por Luis Sánchez del Toro   

La Casa del Caribe, ubicada en esta región suroriental de la Mayor de Las Antillas, recibió el homenaje y reconocimiento de las instituciones y organismos de la provincia, en ocasión de la celebración del 32 Festival de la Fiesta del Caribe, que a partir de hoy y hasta el próximo día nueve se celebra en esta ciudad.
La institución santiaguera, fundada  el 23 de junio de 1982,  es fruto de un reclamo que se hizo patente con la realización de los primeros Festivales dedicados a las artes y la cultura caribeña.  Su nacimiento muy ligado al teatro tiene como fundadores a figuras de la escena santiaguera como Rogelio Meneses y Fátima Patterson, así como al inolvidable Joel James Figarola, destacado intelectual que lideró aquella singular idea.
En esta ocasión, las máximas autoridades del Partido Comunista de Cuba y la Asamblea del Poder Popular en la provincia, extendieron una placa de reconocimiento a ese colectivo, que entre sus propósitos está la investigación de las culturas populares cuyos temas se definen de manera natural.
Entre los proyectos destacan los dedicados a la religiosidad popular de base africana como es el caso del vudú de origen haitiano, el espiritismo cruzado, la mortería, la regla de ocha o santería y la regla de palo. También se dedica espacio a la literatura oral, la artesanía y la poesía, destacó Orlando Vergés Martínez, director de la Casa.
De igual manera, extendieron reconocimientos a la institución la Dirección Provincial de Cultura, y el destacado escultor santiaguero Alberto Lescay Merencio.
En la actividad se hizo extensivo un saludo a los trabajadores y al Conservador de la Ciudad, Omar López, por su contribución decisiva en la restauración de la Casa del Caribe, la cual es una muestra del eclecticismo de la primera mitad del Siglo XX y cuyo primer objetivo fue satisfacer las necesidades de la burguesía radicada en el lujoso reparto de Vista Alegre.
Se encontraban presentes  en el acto, un destacado grupo de artistas e intelectuales de la cultura cubana, como  Luis Carbonell, reconocido como el acuarelista de la poesía antillana y el actor Raúl Pomares, entre otros.





Santiago de Cuba y su Monumentalidad




EL Parquecito Serrano: “Recodo palpitante de mi ciudad “

Escrito por Joel Mourlot Mercaderes *

Sobre una superficie de unos 300 metros cuadrados , poco más o menos; justo en un recodo de la antigua y siempre populosa Calle de las Enramadas, entre las señaladas otrora como Calle de la Carnicería (hoy Pío Rosado) y la de San Bartolomé (Quintín Banderas), con el segmento de fondo del Callejón del Carmen; uno de los puntos más céntricos que pudieran señalarse en la ciudad, se halla este animado y sombreado recinto de Santiago de Cuba.
Concurrido permanentemente, en un ir y venir constante de incontables mortales, invita a llegar, y a sentarse, a cuantos pasan por allí; la inmensa mayoría de los cuales no saben –ni parecen interesarse- en la atrayente memoria de este pequeño ámbito, cuyos orígenes se remontan a unos tres siglos y medio atrás, hacia 1670, durante el último año de ejercicio del diligente gobernador regional Pedro Bayona Villanueva, en que, rústico todavía aquel espacio, se le dio empleo como Plaza de la Carnicería , por ser uno de los puntos –el principal, tal vez- de expendio de carnes de res, de cerdo y de otros tipos, para la entonces población santiaguera.
Fueron unos 130 años de caracterizada actividad comercial, de carne y de sangre, que quizás otro gobernador, Juan Barón de Chávez, creyó ver similitud en el nuevo empleo que él dio a aquel señalado sitio en 1700, al que rebautizó entonces como "Plaza de la Picota ", destinado para escarmentar a los negros esclavos de la ciudad, a los díscolos o rebeldes, que allí sufrían el suplicio del cepo, de los latigazos, o el horripilante castigo de las mutilaciones de manos y -¿quién sabe?- hasta de alguna que otra cabeza, a fin de castigar "sus faltas".
Corrieron otros 161 almanaques, el país respiraba aires de ciertas reformas –Santiago de Cuba las sentía desde principios de la década de 1850, con el gobernador Carlos Vargas Machuca-; se vivía la euforia, en cuestión, del tercer año como capitán general y gobernador general de la Isla del Duque de la Torre , general Francisco Serrano, quien concurrió a Santo Domingo en ocasión de "reintegrarse" dicho territorio al reino español, por decisión del propio gobierno dominicano, lo cual desataría allí cruenta guerra liberadora.
El Ayuntamiento de Santiago de Cuba, sabedor de la presencia del gobernante colonial en la vecina isla, decidió enviar una comisión, presidida por Hilario Portuondo Bravo, marqués de las Delicias de Tempú, para invitar al general Serrano a visitar la capital del Oriente cubano a su regreso, lo cual verificó este, justamente en aquel año de 1861, y así, en señal de reconocimiento –para unos-; de bochornosa adulación, para otros, se le rindió el honor al gobernante colonial de bautizar la célebre plaza de la ciudad con el nuevo nombre de Parque Serrano, por el que aún lo llaman casi todos los santiagueros, no obstante haber sido oficialmente designado con uno más digno y a propósito, desde 1927 –en tiempo del alcalde Desiderio Arnaz-, como Parque Labra, pero cuyo monumento central, erigido en 1950, hace justicia mayor: con una pareja de negros, que sale del pedestal, rompiendo las cadenas, con una criatura alzado sobre sus brazos –todo en señal de la libertad-, coronado con los perfiles, en alto relieve, de los tres que más lucharon por la abolición de la esclavitud en Cuba y España: Rafael María de Labra, Miguel Figueroa y Juan Gualberto Gómez; que más lucharon contra esa horrenda institución –precisemos- dentro de la legalidad española, porque los que más lo hicieron, absolutamente, fueron aquellos que enarbolaron la causa desde la manigua y la emigración, sin duda...
En 1958, y después del triunfo de la Revolución , el parquecito ha sido remozado y muchas veces engalanado por muy diferentes ocasiones, y hoy es sede del solaz de algunos viejecitos, que ven desde allí –en sus anécdotas y charlas- las películas de sus propias vidas; asiento de juegos de mesa (dominó, dama y ajedrez), así como también de no pocos vendedores de baratijas; recodo de no pocas citas amorosas, ambiente palpitante, reliquia valiosa de mi ciudad...

*Destacado investigador, periodista e historiador santiaguero

Víctor Mesa, director del equipo Cuba



*Estará al frente de la selección cubana en el tope contra Estados Unidos y  en la semana beisbolera de Holanda

VÍCTOR MESA será el director del equipo Cuba que enfrentará a una selección de Estados Unidos del 5 al 9 próximos en el estadio Latinoamericano, aquí, lo cual lo convierte en fuerte candidato para comandar la escuadra nacional en el III Clásico Mundial, en marzo del 2013.
Mesa también guiará a la armada antillana en la semana beisbolera de Holanda, del 13 al 22 de julio.
“Será el mismo director, con 24 peloteros. No hay tiempo para hacer cambios sustanciales. Solo aquellos indispensables”, dijo hoy en conferencia de prensa Higinio Vélez, presidente de la federación cubana.
Junto a Mesa aparecen otros directores con potencialidades de timonear la nave caribeña: Roger Machado, Lázaro Vargas y Jorge Fuentes, ese último hoy jefe técnico de la preparación.
La entidad también dio la relación de preseleccionados, de los cuales saldrán los contendientes de los norteños y europeos.
“Hay una preselección general de 77 jugadores, pero ahora se trabaja directamente con 36, de los que saldrán los 24 que estarán aquí y en Holanda en torneos inmediatos”, aseveró el ejecutivo ante periodistas nacionales en el salón Adolfo Luque, del Coloso del Cerro.
La nómina definitiva se conocerá el día 4, tras diálogo con los estadounidenses, pues cabe la posibilidad de que jueguen más de los 24 acordados inicialmente, trascendió.
La preselección incluye a varios que estuvieron en el tope Cuba-Nicaragua, concluido con superioridad de cuatro éxitos y un empate en el parque Dennis Martínez, de Managua, capital de la nación centroamericana.
Entre esos sobresalen los jardineros Alfredo Despaigne, Rusney Castillo, Guillermo Heredia y Alexei Bell, el receptor Yulexis La Rosa y los jugadores de cuadro Juan Carlos Torriente y Erisbel Arruebarruena.
Igualmente aparecen los lanzadores Dalier Hinojosa, Freddy Asiel Álvarez, Ismel Jiménez, Vladimir García, Miguel Lahera y Pablo Millán Fernández.
A ellos se sumaron en la pre conocidos peloteros como Ariel Pestano, Yulieski Gourriel, Aledmis Díaz, Rudy Reyes, Frederich Cepeda, Norberto González, Yadier Pedroso, Alexander Rodríguez y Vicyohandri Odelín, entre otros.
Los partidos serán todos a las ocho de la noche, excepto el domingo, cuando comenzará a las cuatro de la tarde.
El equipo estadounidense estará llegando el 4 venidero y los cubanos han de partir hacia la nación de los tulipanes el 11.
Del 13 al 22 de julio está pactado el torneo en tierras holandesas.
Respecto a la posible presencia de una armada de casa en la Serie del Caribe del 2013, Vélez Carrión dijo que de aceptarse que Cuba participe en calidad de invitada y no de liga miembro, entonces “estaremos con un equipo”.
Jorge Polo Vázquez, vicepresidente del INDER, anunció cambios de conceptos y estructurales para bien del béisbol y del deporte cubano, en general, que serán noticia más adelante.