miércoles, 7 de octubre de 2015

48 ANIVERSARIO DE LA CAIDA DE ERNESTO GUEVARA




CHE COMANDANTE, AMIGO

Luis Sánchez del Toro

Este 8 de octubre es asesinado Ernesto Guevara de la Serna. Universalmente conocido como el Che Guevara, o simplemente el Che. Fue un combatiente revolucionario, estadista, escritor y médico argentino-cubano. Su vida, conducta y su pensamiento se ha convertido en paradigma de millones de hombres y mujeres en todo el mundo.
Formó parte de la expedición del yate Granma dirigida por Fidel Castro que comenzó la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista en las montañas de Oriente, Cuba. Durante la guerra alcanzó el grado de comandante y mandó la columna 8 Ciro Redondo que extendió la guerra hasta el centro de la Isla precipitando la caída de la dictadura.
Durante la Revolución fue designado Presidente del Banco Nacional de Cuba y ministro de Industrias. También presidió delegaciones cubanas que visitaron diversos países y fue representante del gobierno revolucionario en importantes cónclaves internacionales. Durante la Crisis de Octubre fue designado jefe militar de la provincia de Pinar del Río.
En 1965 dirigió un frente guerrillero en el Congo contra la intervención de los mercenarios blancos y sus aliados locales. Fracasado el movimiento guerrillero regresó a Cuba y comenzó a organizar la guerra revolucionaria en Bolivia. Tras una campaña de varios meses cayó prisionero de las tropas bolivianas en la quebrada del Yuro y al día siguiente de su captura fue asesinado. Sus restos fueron ubicados en 1997 y enviados a Cuba donde descansan en el Complejo Memorial Comandante Ernesto Che Guevara
Nace el 14 de junio de 1928 en Rosario, Argentina, Ernesto Guevara de La Serna, hijo primogénito de Celia de la Serna y Ernesto Guevara Lynch, su familia poseía recursos económicos, pero con ideas socialistas. Fueron sus hermanos Celia, Roberto, Ana María y Juan Martín.
 La mayor parte de su niñez, su adolescencia y primera juventud transcurren en Alta Gracia, a donde se mudó la familia en 1932 en busca de un clima propicio para contrarrestar el asma de Ernesto (a los dos años de edad sufre su primer ataque), y Córdoba donde concluye sus estudios secundarios.
Su madre le enseñó las primeras letras ya que él no podía ir a la escuela por el asma. En 1937, con 9 años de edad asiste a tercer grado, demuestra gran interés en la guerra civil española al punto de marcar en el mapa la evolución militar de la misma. Leyó con pasión toda su vida. La biblioteca de su casa reunía varios miles de volúmenes, libros de autores clásicos de la literatura universal, de historia, de filosofía, psicología, arte, aventuras, algunos en francés. Había obras de Marx, Engels y Lenin, con los que más tarde se familiarizó en su juventud temprana. Poseedor de una vasta cultura, a los diecisiete años comienza a redactar un diccionario de filosofía, materia de interés a lo largo de su vida.
En 1941, la familia Guevara se traslada a la ciudad de Córdoba para que Ernesto pudiera comenzar sus estudios de bachillerato, enseñanza media. En 1942 conoce a Alberto Granado en un partido de fútbol.
En 1947, la familia se traslada a Buenos Aires, poco tiempo después lo hace Ernesto. En esta ciudad el Che conoce a la joven Berta Gilda Infante, también conocida como Tita, ella es miembro de la Juventud Comunista argentina. Ambos llegan a ser muy buenos amigos, leen, estudian los textos marxistas juntos y discuten la realidad política que vive el mundo en ese momento.
En 1948 Ernesto, de 20 años de edad, es reprobado en los exámenes de la Facultad de medicina de Buenos Aires. En marzo aprueba los exámenes correspondientes a primer año, en junio los de segundo año y en diciembre los de tercer año. En sus estudios universitarios demuestra especial interés en la investigación del asma, alergias, lepra y la teoría sobre nutrición. Hacía prácticas en el Instituto de Investigaciones Alérgicas y ya iba pensando en consagrar su vida a curarlas.
El 1 de enero de 1950, decide realizar un viaje por el Norte de su país en una bicicleta, a la que acopla un motor. Recorre más de cuatro mil kilómetros a través de doce provincias, su proeza deportiva no pasa inadvertida para propios y extraños, y una empresa propagandista lo retrata y divulga un afiche donde se ve a un joven atlético que empuña firmemente los manubrios. Junto a sus amigos crea la revista deportiva Tackle. En este primer viaje llega a San Francisco del Chahar, cerca de Córdoba, donde su amigo Alberto Granado maneja el dispensario del centro de leprosos. Allí tiene largas conversaciones con los pacientes sobre la enfermedad.
Trabaja como enfermero en barcos mercantes, en oficinas de la municipalidad de Buenos Aires y en la clínica del doctor Pisani, considerado por esa época, el mejor alergista de Argentina. Esta experiencia le serviría en el futuro para realizar y publicar.
Ernesto Guevara se traslada a México, donde trabajará de médico en la Sala de Alergia del Hospital Central y ve nuevamente con Ñico López, quien lo conduciría a Raúl Castro, a través del cual conoce a Fidel Castro y se vincula a sus preparativos revolucionarios. De su encuentro con Fidel el Che comenta:
En tierra azteca me volví a encontrar con algunos elementos del Movimiento 26 de Julio que yo había conocido en Guatemala y trabé amistad con Raúl Castro, el hermano menor de Fidel. El me presentó al jefe del Movimiento cuando ya estaban planeando la invasión a Cuba.
Charlé con Fidel toda una noche. Y al amanecer ya era el médico de su futura expedición. En realidad, después de la experiencia vivida a través de mis caminatas por toda Latinoamérica, no hacía falta mucho para incitarme a entrar en cualquier revolución contra un tirano, pero Fidel me impresionó como un hombre extraordinario. Las cosas más imposibles eran las que encaraba y resolvía.

Tenía una fe excepcional en que una vez que saliese hacia Cuba, iba a llegar. Que una vez llegado iba a pelear. Y que peleando, iba a ganar. Compartí su optimismo. Había que hacer, que luchar, que concretar. Que dejar de llorar, y pelear. Y para demostrarle al pueblo de su patria que podía tener fe en él, porque lo que decía lo hacía, lanzó su famoso: en el 56 seremos libres o seremos mártires y anunció que antes de terminar ese año iba a desembarcar en un lugar de Cuba al frente de su ejército expedicionario.
Al integrarse al grupo de futuros expedicionarios, Ernesto Guevara, comenzó a entrenarse militarmente bajo las órdenes del comandante Ernesto Bayo, veterano de la Guerra Civil Española, a quien Fidel había encomendado la preparación del grupo. Che Guevara, que actuaba como jefe de personal de los combatientes fue detenido el 24 de junio por la policía mexicana que tomó el rancho donde se realizaban los entrenamientos. El 3 de julio la agencia noticiosa UPI comunicó:
El doctor argentino Guevara será deportado a su tierra natal, porque se presume su participación en al fallida conspiración contra el gobierno cubano de Fulgencio Batista.
El expresidente mexicano Lázaro Cárdenas intervino para defender a los revolucionarios cubanos y a fines de julio, los últimos, entre ellos Guevara fueron liberados.
Durante su estancia en México, Guevara contrajo matrimonio con la peruana Hilda Gadea, unión de la cual nació su primera hija, Hilda Beatriz Guevara Gadea.
Lucha armada en Cuba
El 2 de diciembre de 1956 llega a Cuba el Yate Granma con 82 guerrilleros a bordo tras salir el 25 de noviembre del puerto de Tuxpán, entre ellos Ernesto Guevara. Al día siguiente la prensa cubana y latinoamericana dijo sobre la expedición:
Fidel Castro, Ernesto Guevara, Raúl Castro y todos los otros miembros de la expedición han fallecido(...)
El 5 de diciembre de 1956 tras un penoso desembarco los expedicionarios del Granma fueron sorprendidos en Alegría de Pío por las fuerzas del ejército. Che Guevara fue herido en el cuello, siendo asistido brevemente por Faustino Pérez quien le comunicó que la herida no era mortal. Continuó en su puesto de combate hasta que el capitán Juan Almeida se lo llevó en su grupo. Al escapar decidió cargar con una caja de balas en vez de las medicinas, ante la imposibilidad de cargar con ambas.
Che se alejó de Alegría de Pío acompañado por el capitán Juan Almeida, el teniente Ramiro Valdés y los expedicionarios Rafael Chao Santana y Reinaldo Benítez Nápoles. Los cuatro iniciaron una penosa marcha bordeando la costa con rumbo al este, tratando de alcanzar la Sierra Maestra . En el trayecto se les incorporaron Camilo Cienfuegos, Francisco González y Pablo Hurtado que también habían quedado dispersos. El 21 de diciembre el grupo llegó a una plantación de café donde Fidel los esperaba desde hacía dos días.
Ayudado por los campesinos de la zona, Ernesto Guevara logró reunirse con Fidel Castro y otros sobrevivientes de Alegría de Pío en Cinco Palmas, Purial de Vicana. Formó parte, aún como oficial médico, del núcleo inicial del Ejército Rebelde y participó en el ataque al puesto militar de La Plata el 17 de enero de 1957. Sobre el significado de esta acción militar escribió años después:
“Fue un llamado de atención a todos, la demostración de que el Ejército Rebelde existía y estaba dispuesto a luchar y, para nosotros, la reafirmación de nuestras posibilidades de triunfo final”
Cinco días después tendría una actuación destacada en el combate de Arroyo del Infierno, una emboscada preparada por la fuerza rebelde a los soldados que los perseguían tras la acción de La Plata. Durante el combate derribaría a un soldado de la vanguardia enemiga y, auxiliado por Luis Crespo, a riesgo de su vida ocuparía el fusil la canana y otros efectos personales del muerto. Ese sería el único botín de guerra que lograría la fuerza rebelde en el combate.
Fidel, que ya apreciaba sus dotes de mando y organizador, le encomienda la misión de recibir el primer gran refuerzo en hombres y armas que procedente del llano, y enviado por Frank País García, recibiría el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra en marzo de 1957. Cumple la orden y recibe a la tropa enviada por la dirección del Movimiento 26 de Julio en el llano, pero el jefe de la misma, capitán Jorge Sotús, se niega a entregarle el mando alegando órdenes directas de Frank País. Che cede ante Sotús, razón por la cual, días después, Fidel lo criticaría fuertemente por no haber impuesto su autoridad.
Con este refuerzo se reorganizó la pequeña tropa rebelde y se reestructuró la Columna 1 José Martí. Che pasaría entonces al Estado Mayor o Comandancia, bajo las órdenes directas de Fidel, mientras seguía actuando como oficial médico[12].
Las emboscadas y las luchas aumentaban y el ejército comienza a bombardearlos. En abril él organizó, para lograr extender el contacto entre Fidel y los granjeros, puntos de apoyo en el área. Años después el Che escribió:
La guerrilla y los granjeros gradualmente se hicieron uno, sin que nadie pudiera decir cuándo exactamente esta unidad se constituyó.
Solo sé que estos contactos con los granjeros en las montañas hicieron que estas decisiones espontáneas se transformaran rápidamente en una relación seria y devota. Los sufridos y sinceros habitantes de la Sierra Maestra no saben el importante papel que han jugado en la creación de nuestra ideología revolucionaria.
El 18 de mayo el Ejército Rebelde recibió un gran refuerzo de armas, enviado por la dirección del Movimiento 26 de Julio en el llano. El mismo incluía tres fusiles ametralladoras Madzen, uno de las cuales se destinó para el Estado Mayor encomendándosele al Che su manejo. De esa forma se inició como combatiente directo, pues hasta ese momento lo había sido sólo de forma ocasional.
El refuerzo fue vital para la realización de acciones de mayor envergadura por parte del Ejército Rebelde. El 28 de mayo la guerrilla atacó el cuartel de El Uvero con el objetivo de apoyar las fuerzas de Calixto Sánchez White que habían desembarcado al norte de Oriente para abrir un nuevo frente guerrillero. En este combate Che Guevara recibió la misión de batir la posta norte del cuartel con su fusil ametralladora. Al rendirse el enemigo y ante la impericia del médico del Ejército, debió asumir la responsabilidad de atender los heridos de ambos bandos que eran casi tres decenas, algunos de gravedad.
Fidel lo nombra Jefe de la Columna Invasora No. 8 “Ciro Redondo”, que tuvo como objetivo esencial cortar los suministros del ejército de la dictadura a las provincias orientales, agrupar las fuerzas revolucionarias del territorio de Las Villas y tomar el mando de la misma.
El 21 de agosto Fidel escribió:
La misión de conducir una brigada desde la Sierra Maestra a la provincia de Las Villas y operar allí de acuerdo a el plan estratégico del ejército rebelde, es asignado al Comandante Ernesto "Che" Guevara. (...) Es además nombrado como líder de todas las unidades del Movimiento 26 de Julio que operan en esa provincia, en las ciudades y en el campo. (...) La octava brigada tiene como objetivo estratégico atacar al enemigo en forma continua en el centro de Cuba e interceptar los movimientos de las tropas hostiles en tierra de oeste a este hasta que estas queden completamente debilitadas.
El 16 de diciembre el puente sobre el río Falcón a lo largo del camino central es volado, de esta manera todas las ciudades al este de Santa Clara quedan separadas de La Habana y son imposibles de alcanzar desde allí. El 26 de diciembre el "Che" escribió:
La guerra está ganada, el enemigo ha caído estrepitosamente sobre sus rodillas, en el este tenemos 10.000 soldados capturados. Los de Camagüey ya no tienen salida. Todo esto es el resultado de solo una cosa: nuestro esfuerzo.
El día siguiente él decide marchar sobre Santa Clara. La prensa internacional informa al mundo que el Che ha muerto. Radio Rebelde por el contrario emite lo siguiente:
Últimas noticias de gran importancia! Gran Victoria de la octava brigada de Las Villas. Las tropas bajo el mando de Ernesto "Che" Guevara tomaron un tren blindado y 300 soldados completamente equipados fueron capturados.
Con la victoria en la Batalla de Santa Clara y la claudicación de las tropas enemigas el 1 de enero de 1959 las tropas rebeldes triunfan en toda Cuba.
Al Triunfo de la Revolución Cubana, por órdenes de Fidel, parte hacia La Habana para ocupar la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y llega allí al frente de su columna el 3 de enero. A partir de esa fecha, se le asignan múltiples responsabilidades de Estado y de gobierno, primero como jefe militar de La Cabaña y de Capacitación del Ejército Rebelde, posteriormente, jefe del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria, presidente del Banco Nacional de Cuba, jefe militar de la región de Occidente, Ministro de Industrias, miembro de la Dirección Nacional de las ORI y luego de la del Partido, con responsabilidades en la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN).
Se le otorgó la ciudadanía cubana, el título Doctor Honoris Causa en Pedagogía, y el Colegio Médico Nacional le confirió la categoría de Médico Cubano Honorario, y fue nombrado hijo adoptivo de Cabaiguán y Fomento el 8 de febrero. Ernesto Che Guevara toma la nacionalidad cubana el 9 de febrero.
En junio de 1959 contrae matrimonio con la combatiente villareña Aleida March con la que llegaría a formar una familia de cuatro hijos, Aleida, Camilo, Celia y Ernesto.
En el ámbito militar, como jefe de la Región Occidental, durante la invasión mercenaria por Playa Girón, establece la jefatura en Pinar del Río, al igual que en la Crisis de Octubre, donde ubica el mando en la cueva de Los Portales, en esa misma provincia.
Como ministro de industrias sentó las bases del desarrollo industrial del país, multiplicando la inauguración y ampliación de fábricas. Con una visión integral de la construcción socialista desarrolló e implantó el Sistema Presupuestario de Financiamiento, donde se conjugaba de manera armónica el desarrollo productivo y el desarrollo de la conciencia.
Desde 1959 desempeña diversas funciones dentro de la política exterior de la Revolución Cubana. Viaja al frente de numerosas delegaciones, destacándose el recorrido que realiza en 1959 a los países que conformaban el Pacto de Bandung, antecedente del Movimiento de Países No Alineados. De julio a agosto viaja como cabeza de la delegación oficial a los Emiratos Árabes Unidos, y Egipto donde conoce a Nasser. El viaje sigue a India, Tailandia, Japón, Indonesia y Pakistán. El regreso es vía Europa Oriental y Occidental para terminar en Marruecos. A su regreso Che declara que está sorprendido por la simpatía que la revolución cubana había despertado alrededor del mundo.
El 17 de mayo de 1964 por los nuevos actos de sabotaje del imperialismo en un puerto en el sur el Che dice:
Debemos mantener el mismo entusiasmo y fe. Construir fábricas con nuestra mano izquierda, apuntar nuestros rifles con la mano derecha y aplastar gusanos con nuestros talones.
En agosto habla sobre la situación en Congo:
Qué está sucediendo en África, donde hace dos años el primer ministro de Congo fue asesinado y está descuartizando, donde los monopolios norteamericanos se han instalado, y la batalla para la posesión de Congo se ha desatado, ¿Por qué? Porque hay cobre y minerales radiactivos en su suelo, porque Congo tiene excepcionales materiales que son de uso estratégico. Allí un líder del pueblo, quien fue tan ingenuo como para creer en la justicia sin darse cuenta del hecho de que la justicia es desplazada por él poder, fue asesinado. Así es como el se convirtió en un mártir de su pueblo.
Mas tarde en un discurso al consejo de la ONU en Nueva York el 11 de diciembre de 1964, Che acusó en fuertes términos y destacó el rol de la ONU en el asesinato de Lumumba y la ayuda que brindó para poner a Tshombe como presidente de Congo, el mismo hombre que, con ayuda belga, trató de tomar la provincia de Katanga y separarla del resto del Congo. Toda la gente libre del mundo debe estar preparada para vengarse del crimen de Congo. Después de su intervención en Naciones Unidas inicia un extenso periplo por el continente africano, en el que se entrevista con un grupo de dirigentes revolucionarios de diversos países de esa región. Este es el preludio de su lucha internacionalista en el Congo.
El 12 de marzo de 1965 el semanario uruguayo Marcha publica el artículo del Che titulado El socialismo y el hombre en Cuba.
El 31 de marzo Che escribe una carta de despedida a Fidel Castro. Las campañas de los EE.UU. y el hecho de que no apareció en público por un tiempo hicieron correr el rumor de que Fidel lo había ejecutado por tener diferencias ideológicas. En una transmisión a China los EE.UU. dicen que Che fue asesinado por tener un punto de vista pro chino y en sus transmisiones a Europa del Este dicen lo contrario, o sea que tenía un punto de vista pro oeste y por eso fue asesinado.
El 24 de marzo Che llega de Tanzania cerca del puerto de Kigoma en la orilla del lago Tanganika. Desembarca con 14 cubanos en las afueras del puerto para eludir a las patrullas de mercenarios belgas. De allí llegan a Kimbamba en Congo. El 9 de mayo logra hacer contacto con el primer grupo de guerrilleros. El les explica que fue allí para darle educación en técnicas de guerrilla por pedido de Gaston Soumaliot y Laurent Kabila a Fidel Castro. Les dice que quiere pelear de su lado en las operaciones que ellos deciden. Que está a sus órdenes. Comienza entonces una escuela de guerrilleros que recibe el nombre de La Base.
El 7 de julio Che Guevara se entrevista con Laurent Kabila y promete acompañarlo en una visita a varios frentes tierra adentro. Sin embargo Kabila parte hacia Kigoma y las visitas son pospuestas. El 16 de agosto 7 soldados mueren en una emboscada de la guerrilla, entre ellos dos oficiales belgas no comisionados y tres sudafricanos.
En noviembre la situación parece en los distintos frentes – entre otras cosas por las continuas discusiones entre los líderes revolucionarios- tan confusa que más y más guerrilleros abandonan la lucha. En acuerdo con los congoleños se toma la decisión de que los cubanos se retiraran. La misión tomó 7 meses en los cuales las fuerzas cubanas participaron en más de 50 acciones.
En julio de 1966 el Che viaja en el mayor secreto a La Habana donde junto a Fidel prepara una nueva misión a Bolivia. A través de Moscú, Praga y Viena, Che viaja vía Brasil a Bolivia donde llega a su capital el 3 de noviembre con el nombre de Adolfo Mena González y pasaporte uruguayo. El 7 de noviembre  se incorpora a la guerrilla comandando el Ejército de Liberación Nacional, librando numerosos combates durante los once meses en que se extiende la contienda, contra un ejército entrenado y armando por asesores norteamericanos.
En 1967 el Che escribe la situación de la guerrilla:
Como había pensado la actitud de Monje (El subsecretario del Partido Comunista de Bolivia) fue evasiva y traicionera. Su partido ya está armando contra nosotros. No sé a dónde lo llevará eso, pero yo no me detendré, y quizá a la larga esto será una ventaja par nosotros, estoy de hecho casi seguro de eso.
Hasta ahora Guayara ha reaccionado bien. Veremos como el y su gente se alinea (...) La fase actual de la guerrilla comienza ahora, y probaremos a nuestras tropas. El tiempo dirá cuáles son las perspectivas de la revolución Boliviana. De todas las cosas que planeamos el reclutamiento de camaradas bolivianos es lo que mas lentamente se está dando.
En marzo el análisis decía así:
Este mes no estuvo exento de incidentes, peor el total se ve así: fase de consolidación y purificación de la guerrilla, lento desarrollo con los pocos elementos que vinieron de Cuba – y no pelean mal- y elementos del grupo de Guayara quienes están bastante débiles en general. Ahora la fase comienza con acciones con un ataque exacto y espectacular. Debemos tomar el camino mucho antes de lo que hubiera querido y con la carga de cuatro posibles chismosos. La situación no es buena pero una nueva etapa de pruebas comienza para la guerrilla y le hará bien si es que la superamos. La guerrilla consiste de 29 bolivianos, 16 cubanos y 3 peruanos.
En los meses que siguieron Che y sus hombres tuvieron más y más problemas de comunicación con La Paz y Cuba por lo que finalmente tuvieron que operar totalmente aislados. Contactar a los campesinos se hizo mucho más difícil de lo que pensaron, sobre eso él escribió en mayo:
Los granjeros aun no se nos unen, aunque parece que lentamente han dejado de temernos y parecen admirarnos. Este es un proceso lento y que requerirá paciencia.
En junio escribió:
Los granjeros aun están reacios a nosotros. Es un círculo vicioso para atraerlos debemos ejecutar más acciones en áreas pobladas, pero para eso necesitamos más hombres. (...) El ejército está ahora aquí haciendo un trabajo peligroso con los granjeros que no debemos dejar sin intervención. Si no hacemos algo todos los granjeros se convertirán entonces en espías del gobierno, por sus miedos o por las mentiras que ellos les dirán sobre nuestras intenciones.
Mientras tanto los Estados Unidos proveen de más armas y asesores al ejército Boliviano. La tierra es arrasada con más golpes del ejército y la fama del Che y sus hombres crece en la prensa boliviana e Internacional día a día:
En el campo político la palabra oficial es que estoy en Bolivia y no muerto en Cuba, lo que es bueno. Hasta dicen que el ejército tiene que pelear con una guerrilla perfectamente entrenada, dicen que entre nosotros hay incluso vietcong's.
En septiembre la guerrilla continúa aislada y sufre varias bajas en las emboscadas del ejército Boliviano.
El 8 de octubre de 1967 es herido en combate y apresado en la Quebrada del Yuro junto a sus camaradas Willy Cuba y Juan Pablo Chang y llevado a una escuela en La Higuera. El capitán de la unidad boliviana que lo capturó, Gary Prado, le aseguró que sería juzgado en una corte marcial en el Departamento de Santa Cruz, pero el alto mando boliviano encabezado por el presidente, general René Barrientos decidió ultimarlo.
Un coronel boliviano y un cubano que trabajan para la CIA llegaron en un helicóptero al lugar donde se hallaban detenidos el Che y sus compañeros y dieron la orden de fusilarlos lo más rápido posible. Un soldado boliviano ejecutó la orden. El cadáver fue sepultado en una fosa común en Vallegrande, con el resto de los guerrilleros caídos en el combate de la Quebrada del Yuro o asesinados en la escuela de La Higuera.
Aunque la prensa internacional ofreció 125 000 dólares por el diario de Che en Bolivia, los revolucionarios bolivianos se aseguraron que este llegara a Cuba ese mismo año haciendo fallar el plan de la CIA para hacer propaganda anticomunista con copias adulteradas o falsas de las palabras del Che.
El 1 de julio de 1968 el diario es publicado en Cuba y repartido en forma gratuita. El texto causa un escándalo internacional por la forma que Bolivia y los EE.UU. tratan a los prisioneros de guerra. El ejemplo de Che inspira desde entonces a millones de jóvenes del mundo.
Durante treinta años sus restos permanecieron sepultados en la localidad de Vallegrande, hasta la fecha de su hallazgo el 28 de junio de 1997 junto a otros 6 guerrilleros. Una de las pistas más importantes para encontrar la fosa común donde estaba enterrado la proporcionó el general retirado Mario Vargas Salinas quien en una noticia publicada el 21 de noviembre de 1995 por el The New York Times afirmaba que la tumba del Che se ubicaba en la pista vieja del aeropuerto de Vallegrande.
Tras ese dato el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y un grupo de expertos cubanos comenzaron a estudiar el terreno es busca de indicios que dieran con la fosa, el 30 de marzo de 1996 el EAAF se retira de la búsqueda pero los cubanos, junto a amigos bolivianos, continuaron la labor hasta el hallazgo en 1997.
El 12 de julio de 1997, fueron trasladados a La Habana y posteriormente en solemne homenaje de todo el pueblo de Cuba, depositados el 17 de octubre en el Complejo Monumentario Ernesto Che Guevara Mausoleo ubicado en la ciudad de Santa Clara. Ese día Fidel expresó:
Con emoción profunda vivimos uno de esos instantes que no suelen repetirse. No venimos a despedir al Che y sus heroicos compañeros. Venimos a recibirlos. Veo al Che y a sus hombres como un refuerzo, como un destacamento de combatientes invencibles, que esta vez incluye no solo cubanos, sino también latinoamericanos que llegan a luchar junto a nosotros y a escribir nuevas páginas de historia y de gloria.

TRES M PARA QUERER



Luis Sánchez del Toro      Fotos: Jorge Luis Guibert

En su andar por los intrincados parajes del municipio de Tercer Frente, un “aplatanado”  hombre de campo como Vidal Viamonte Zorrilla, no oculta su orgullo y enorme satisfacción de pertenecer íntegramente a la familia del sistema de la radio de la provincia de Santiago de Cuba.
Por encima de todo, siente la complacencia de ser oriundo de esas históricas montañas de la Sierra Maestra, y en ser fundador de la Emisora Triple M, la cual surgió el 5 de marzo de 1995, enalteciendo las iniciales del doctor Mario Muñoz Monroy, el médico de la Generación del Centenario.
Con dos décadas haciendo las delicias de los serranos, ese colectivo de 32 trabajadores ha ganado con una moderna tecnología y nuevos estudios, lo que permite garantizar y contraer un compromiso mayor a la hora de elaborar un producto comunicativo de calidad, afirma Salvador Arias Cabrales, director de la casa radial.
“Triple M Oriental”, es el reflejo de esa comunidad del Plan Turquino y se identifica con su público durante un espacio de transmisión, que abarca desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde, en que se encadena con CMKC Radio Revolución, la planta matriz de la radio santiaguera.
Nos mantenemos en la preferencia del público, afirma Vidal Viamonte Zorrilla, jefe del Departamento de programación e Información, quien argumenta cuentan con nueve programas diarios, entre los que sobresalen el infantil “Colores y Fantasías”; la revista informativa Vistazo; “Imágenes”, un cultural variado; la discoteca juvenil Conexión; el campesino “Ecos de las montañas”;  el noticiero Infórmese y “Novedades”, una emisión de facilitación social.
Es un colectivo de trabajo muy consagrado, unido y altamente profesional, despuntando seis periodistas, cuatro operadores de sonido, seis locutores, cuatro directores de programas, tres especialistas, un asesor y un ingeniero informático, este último con un aporte significativo a la página Web de la emisora, la cual ya tiene cinco años mostrando al mundo la realidad económica, social y política de Cuba y del municipio de Tercer Frente.
Rememora Vidal Viamonte que la planta radial aunque nace en 1995 ante la necesidad de llevar a la comunidad una información oportuna, la recreación e incrementar el acervo cultural acorde a las tradiciones de quienes habitan esa serranía, ya operaba desde 1988 como una radio base local que hacía la función divulgativa e informativa con  muy  poco alcance.
En la actualidad son mejores y de mayor calidad las transmisiones, las cuales están aseguradas con un novedosos transmisor en FM que multiplica la potencia y cubre casi en su totalidad al municipio, además de escucharse  la señal en la ciudad de Bayamo, provincia de Granma, y en las localidades de Baire, Contramaestre, La Maya y El Cristo.

jueves, 10 de septiembre de 2015

ALMEIDA, EL COMANDANTE DE SIEMPRE




LUIS SÁNCHEZ DEL TORO

   El pueblo santiaguero, en representación de los cubanos rinden hoy –viernes 11 de septiembre- homenaje al Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, en ocasión d cumplirse seis años de su desaparición física. El lugar escogido es el municipio montañoso de Tercer Frente, donde fundara en 1958 el Tercer Frente Oriental Mario Muñoz, durante la guerra contra la tiranía de Fulgencio Batista.
   En el poblado de Cruce de los Baños, cabecera de ese municipio serrano, tiene lugar la concentración de lugareños y el depósito de flores frescas que patentizan el tributo al legendario combatiente, cuyos restos descansan junto a compañeros de ese mando rebelde en el monumento erigido allí en la Loma de La Esperanza.
  Seis años después de su deceso, el legado de Almeida está presente entre los pobladores de la provincia de Santiago de Cuba, donde se granjeó el cariño y la admiración de sus hombres y mujeres, que acudieron masivamente a sus honras fúnebres en una sentida y espontánea demostración de duelo.
   Desde hace poco más de un año, una escultura metálica en la fachada del teatro Heredia, con el rostro del comandante creado por el escultor Enrique Ávila, devuelve a los transeúntes su imagen con la frase Aquí no se rinde nadie, convertida en símbolo de consecuente resistencia.
   Uno de los hitos que une a Almeida con la ciudad fue el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, en el cual fue uno de los protagonistas bajo el liderazgo de Fidel Castro y con la participación de decenas de jóvenes revolucionarios.

UNA BREVE RESEÑA A SU EJEMPLAR VIDA REVOLUCIONARIA

    Nació en La Habana, el 17 de febrero de 1927. Hijo de una familia humilde, solo había alcanzado el octavo grado y su mayor experiencia de trabajo la tenía en el ramo de la construcción. Como conocimientos poseía los de la escuela, hasta octavo grado, y algunos cursos de academias, que por su precaria economía no pudo concluir; sin embargo, siempre le gustó leer y se interesaba vivamente por el acontecer político del país. Fue cuando comenzó a trabajar en el Balneario Universitario que, por el trato diario con estudiantes, pudo tener un mayor contacto con las actividades culturales. Quien lo vincula a la Generación del Centenario fue su amigo, Armando Mestre, albañil también y vecino como él del capitalino reparto Poey.
  Almeida había conocido a Fidel Castro en el balneario de la Universidad de La Habana, cuando Fidel estudiaba. Por aquellos días Almeida trabajaba en el balneario como taquillero, mozo de limpieza y albañil; hacía cualquier trabajo por duro que fuera, el caso era tener para ayudar a su numerosa familia —once hermanos, la madre trabajaba en quehaceres de su casa atendiendo a los hijos y el padre como periodista honrado devengaba un sueldo modesto que no alcanzaba para el sostén del hogar—, antes de trabajar en el balneario había sido peón de Obras Públicas en construcción y reparación de calles.
    Desde los primeros momentos de conocer a Fidel entabló una franca amistad con él y pronto este le comunicó sus inquietudes revolucionarias, las cuales coincidieron con una íntima convicción que poseía Almeida, quien fue estimulado por las frecuentes charlas con Fidel Castro.
   En la célula clandestina que integraba Almeida había otros jóvenes obreros de la construcción: los hermanos Wilfredo y Horacio Matheu, quienes eran masilleros, al igual que Remberto Abad Alemán Rodríguez.

Asalto al Moncada
    En vísperas del Asalto al Moncada, Mestre se le apareció a Almeida a una obra en construcción donde trabajaba en el Nuevo Vedado.
“Tenemos que salir para Oriente a una práctica de tiro”, solo le dijo. “¿Tan lejos para una práctica de tiros? ¿Vamos a tirar con calibre 50 o con cañón para ir tan lejos?”, bromeó Almeida. “Vamos, date prisa”, replicó muy serio el amigo.
   Llegaron a Santiago el 25 de julio. Un auto con más pasajeros que lo estipulado los condujo esa noche a la Granjita Siboney. Antes de partir al combate, repartieron los uniformes.
  Yo quiero uno de sargento”, dijo bromeando Almeida a Melba Hernández. Sargento, no, porque no tienes el tipo, no eres alto, ni fuerte, ni gordo, ni barrigón”, le respondió ella en el mismo tono.
Años después rememoraría Almeida: “A la hora de repartir las armas, pedí un M-1, un Springfield o una pistola. Me dijeron: ‘No, nada de eso hay aquí. A ti lo que te toca es un fusil calibre 22".
   En el juicio a los moncadistas, ante el fiscal que le interrogaba, contestó: “Yo declaro bajo juramento que sí participé en el asalto al cuartel Moncada y que nadie me indujo, a no ser mis propias ideas que coinciden con las del compañero Fidel Castro y que en el caso mío provienen de la lectura de las obras de Martí y de la historia de nuestros mambises”. Cuando le preguntaron si se arrepentía de su participación en los hechos, replicó: “No, señor, si tuviera que volver a hacerlo, lo haría, que no le quepa la menor duda a este tribunal”.    Es condenado a diez años de prisión a consecuencia de este hecho.
   El 12 de octubre, el Ministro de Gobernación, Ramón Heredia, dispuso que el grupo de revolucionarios condenados por los sucesos del Moncada, dentro del cual se encontraba, fuera trasladado al Reclusorio Nacional de la Isla de Pinos. Según las disposiciones del Tribunal deberían permanecer en locales especiales, separados de los presos comunes. En aviones DC - 3, del ejército, bajo fuerte custodia militar fueron trasladados desde la provincia de Oriente hasta la Isla de Pinos.
    Fue ubicado, junto al resto de sus compañeros, en una de las salas del hospital del presidio, separados de los presos comunes por una pared de ladrillos que fue levantada para ese fin. Poco después se le permitió recibir una visita al mes y alguna correspondencia, que siempre era severamente revisada y censurada.
Como el resto de sus compañeros se negó a aceptar la cena especial del 24 de diciembre de 1953 en protesta por los asesinatos cometidos por el ejército y la guardia rural durante los sucesos del Moncada[4].
    El 12 de febrero de 1954, cuando el dictador Fulgencio Batista visitaba el Penal para inaugurar la planta eléctrica de la prisión, junto a sus 25 compañeros[5] entonó a toda voz la Marcha del 26 de Julio. Batista prestó atención a la letra y visiblemente disgustado sólo preguntó quiénes cantaban, luego abandonó rápidamente el reclusorio. Por esta acción serían castigados severamente, Fidel Castro, Ramiro Valdés, Ernesto Tizol, Israel Tápanes y Agustín Díaz Cartaya. A él, y al resto de sus compañeros les retiraron el aparato de radio que tenía el pabellón y les suspendieron la entrega de periódicos además de prohibirles comunicarse con el exterior.
   Desde 1954 y con mayor fuerza a partir de 1955 comenzó un amplio movimiento nacional, que abarcó a casi todas las tendencias políticas y clases del país, en pro de una amnistía general que incluyese a los moncadista. El 10 de marzo de 1955, en medio de los festejos oficiales por el tercer aniversario del golpe de estado, se presentaron en ambas cámaras del Congreso Cubano sendos proyectos de amnistía general. El 6 de mayo, luego de ser aprobada por ambas cámaras del Congreso Cubano, Fulgencio Batista firmó la Ley de amnistía que ponía en libertad a todos los presos políticos[6], incluidos los asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes que cumplían su condena en el presidio de la Isla de Pinos. Gracias a la amnistía el 15 de mayo de 1955 salió en libertad junto a sus compañeros de presidio político.
   Bajo la presión del pueblo, Batista se vio obligado a conceder la amnistía a los moncadistas. Pero no por ello cejó en su persecución y a los pocos meses de la salida del presidio (15 de mayo de 1955), Raúl primero y luego Fidel tuvieron que marchar a México. A los combatientes que permanecieron en Cuba la Dirección del Movimiento 26 de Julio les dio la indicación de que cuando el acoso del régimen dificultara su movilidad y les hiciera casi imposible desarrollar sus actividades como militantes, partieran también hacia el exilio.
   Sobre Almeida el aparato represivo de la tiranía desarrolló una vigilancia tenaz. Un policía de paisano, frente a la puerta de su casa, intentaba controlar sus salidas y lo seguía a todas partes. El joven albañil lo eludió varias veces cuando salía por el patio trasero y se internaba en un terreno sin edificar al fondo de su vivienda. La policía tomó represalia y el 30 de diciembre, a media tarde, irrumpió en su hogar. Un esbirro lo encañona: “Párate ahí mismo donde estás, no te muevas”. No dejaron rincón por registrar. “¿Hasta cuándo durará esto con el muchacho?”, protesta la madre.
     Lo llevaron al tenebroso Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Lo retrataron de frente y de perfil, le asignaron el número 2204 de los fichados por actividades subversivas. Sufrió un inútil y largo interrogatorio. Respondió con monosílabos y frases cortas
Lo retuvieron unas 24 horas. Haydée Santamaría comenzó a hacerle los trámites para el pasaporte y mediante Antonio Darío López consiguió un pasaje en barco para Veracruz, México. Partió para el hermano país el 9 de febrero de 1956.
   Tras su llegada a México, participó en los entrenamientos de preparación organizados en la hacienda San Miguel, ubicada en la zona de Chalco, a 40 kilómetros al suroeste de la capital mexicana. El entrenamiento era duro. Almeida emprendió caminatas de cinco o seis kilómetros diarios que luego se extendieron a ocho y nueve kilómetros. Cruce de farallones con sogas, salto, dormir a la intemperie, andar de noche sin luna agarrados uno de otro por una soga.
    De nuevo en la capital mexicana, Antonio Darío presentó un cuadro de fiebre. Fidel le orientó a Almeida que llevara al enfermo a casa de María Antonia. Mientras la mujer comienza a atender al afiebrado, envía a su compañero al mercado en busca de unos pollos para hacer un caldo. Al regresar, dos policías se le abalanzaron pistola en mano: “Quieto, moreno, las manos en alto”. Se identificaron: “Policía Federal, estás detenido. ¿Eres cubano?”
    “Sí.” El joven albañil se presentó como joven estudiante, residente en Veracruz. “Vamos, vamos, te conocemos, eres compañero de Alejandro” (seudónimo de Fidel).
Lo llevan detenido junto con la dueña de la casa. Darío iría a un hospital en ambulancia. En la Policía Federal ya se encontraban Fidel y cuatro combatientes más. “¿Los conoces?” Almeida niega tal cosa. Lo sometieron luego a un prolongado interrogatorio. Como es usual en él, les respondió con monosílabos y breves frases.
    Todos los cubanos fueron trasladados después a la cárcel de Miguel Schulz 136. La solidaridad mexicana no se hizo esperar y diversas organizaciones estudiantiles y profesionales reclamaron su libertad. El general Lázaro Cárdenas intercedió ante el presidente de la república y los revolucionarios lograron salir de la prisión.
   El 25 de noviembre de ese mismo año, muchos de ellos partieron en el yate Granma a reiniciar la lucha. Entre ellos estaba Juan Almeida.
Tras el penoso desembarco en Los Cayuelos, Almeida, al igual que sus compañeros fue sorprendido por las fuerzas del ejército mientras descansaba al borde de un cañaveral en la zona conocida como Alegría de Pío. En el combate rescató a Ernesto Guevara, médico de la expedición, quien se encontraba herido en el cuello. Al escuchar los gritos que intimaban a la rendición gritó:
“¡Aquí no se rinde nadie, C...!
   Frase que llegaría a convertirse en uno de los símbolos de la Revolución Cubana. Posteriormente se retiró al frente de un pequeño grupo, del que formaban parte, además de Che Guevara, Ramiro Valdés Menéndez, Rafael Chao Santana y Reinaldo Benítez Nápoles. Durante la marcha hacia la Sierra Maestra se les incorporaron Camilo Cienfuegos, Francisco González y Pablo Hurtado que también habían quedado dispersos.
    Logró reagruparse con Fidel Castro en Cinco Palmas y formó parte del núcleo inicial del Ejército Rebelde.
    El 17 de enero de 1957 mandó una escuadra durante en el ataque al cuartel de La Plata, primera acción victoriosa de los rebeldes en la Sierra Maestra. Luego participaría en la exitosa emboscada rebelde a las tropas de Ángel Sánchez Mosquera en Arroyo del Infierno y estaría presente también en la sorpresa de Altos de Espinosa. Pocos días después dirigió la patrulla que, por orden de Fidel, hizo prisionero al traidor Eutimio Guerra, quien había delatado la posición de los guerrilleros.
    A mediados de marzo de 1957 el pequeño grupo guerrillero recibió el primer gran refuerzo en hombres y armas enviado desde el llano por el jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio, Frank País García. Conformaban el mismo unos cincuenta hombres bajo el mando del capitán Jorge Sotús. Con esta tropa se reestructuró la columna rebelde y se formaron tres pelotones, uno de los cuales quedó al mando del Almeida, con grado de capitán.
    Durante el ataque al cuartel de El Uvero el 28 de mayo, Almeida recibió la orden de avanzar desde el norte con sus hombres y liquidar una de las postas que defendían esa posición. Los soldados ofrecieron gran resistencia y Almeida fue herido en el hombro y la pierna izquierda mientras trataba de cumplir su misión. Una parte importante de los hombres de su pelotón fueron muertos o heridos por los disparos de las postas y el cuartel antes de que este finalmente se rindiera.

Fragmento de la orden de ascenso de Juan Almeida
    El 27 de febrero de 1958, Fidel informaba que “ha sido ascendido al grado de Comandante el capitán Juan Almeida Bosque y se le nombra jefe de la columna 3 que operará en el territorio de la Sierra Maestra al este del poblado de María Tomasa, debiendo extender el campo de operaciones lo más lejos posible hacia esa dirección”.
    El primero de marzo, después de reunirse con Fidel en el campamento del Che, ubicado en el hoy municipio serrano de Buey Arriba, de la provincia Granma, las columnas de Raúl y Almeida emprendieron la marcha hacia sus futuras zonas de operaciones.
    En Puerto Arturo, ambas fuerzas se separaron. A partir del 5 de marzo la columna 3 iniciaba la primera etapa de lo que después se conocería como el Tercer Frente Mario Muñoz Monroy, en la actual provincia de Santiago de Cuba.
   Las primeras tareas que emprende Almeida como jefe de columna fueron la organización de los grupos de escopeteros que ya existían en esa zona y la preparación de acciones con vistas a apoyar la Huelga General Revolucionaria que la dirección del Movimiento 26 de Julio estaba preparando en el llano.
    Cumpliendo orientaciones de Fidel, los hombres de la columna 3 comenzaron a hostigar movimientos del enemigo por las carreteras y a acometer sabotajes. Entre el 10 y el 11 de abril, efectuaron ataques al entronque de Mergarejo y al poblado de El Cobre. En esta última localidad, volaron el polvorín.
     El revés de la Huelga del 9 de abril provocó que Fidel ordenara el regreso secreto y paulatino de las columnas de Camilo, Almeida, Ramirito y Crescencio Pérez, ya que la tiranía batistiana se proponía desarrollar la famosa Ofensiva de Verano o plan FF (Fin de Fidel) contra el bastión guerrillero de la Sierra Maestra. Almeida acudió con el grueso de su tropa al llamado de Fidel, aunque cuando se marchó con ellas a encontrarse con la columna Uno el 18 de mayo de 1958, “el Tercer Frente no dejó de existir ni de luchar. Aquí quedó un valeroso grupo de oficiales y combatientes que, mal armados y sometidos a las continuas acciones de las tropas y la aviación enemigas, supieron comportarse ejemplarmente y mantuvieron en alto las insignias de este baluarte revolucionario”.
     Derrotada la ofensiva batistiana, el 16 de agosto de 1958 Juan Almeida estableció su campamento en La Lata. El Tercer Frente, con más efectivos y tres columnas, tenía ahora como misión estrechar el cerco a Santiago de Cuba.
 Una de sus primeras responsabilidades tras el triunfo revolucionario fue la jefatura de la Fuerza Aérea Rebelde
Fuerzas del Tercer Frente en coordinación con unidades del Primer y Segundo frentes participaron durante los últimos días de la tiranía en varios combates decisivos, como los de San José del Retiro, Maffo, Baire Abajo, Central Palma y Palma Soriano. Paralelamente columnas de ese frente culminaban el cerco a Santiago de Cuba.
     El 1ro. de Enero de 1959, amaneció con una agradable noticia que propagaba la radio: “Se fue el tirano”.
    Los rebeldes se emocionaron y sin reflexionar que el ejército batistiano acampado en Santiago y en Bayamo aún no se le había rendido a Fidel, comenzaron a disparar al aire y originaron una balacera que parecía no terminar nunca. Fidel muy molesto, envió a Almeida a detener al culpable. Le trajeron detenido a un combatiente a quien acusaban de iniciar esta indisciplina.
    Almeida intercedió por el combatiente. Celia Sánchez y el capitán Felipe Guerra Matos apoyaron las palabras de Almeida. Ante esos razonamientos, Fidel le condonó la pena: “Que lo pelen al rape y le afeiten la barba”. El combatiente, según Almeida “con respeto pero con firmeza”, protestó: “Prefiero, Comandante, que me fusilen, porque este pelo y estas barbas son lo más digno que traigo desde la Sierra”. Fidel, conmovido, le ordenó marcharse.
Revolución en el poder
     Desde mediados de junio de 1959 se convirtió en jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria al sustituir de forma interina al traidor Pedro Luis Díaz Lanz. El 29 de marzo de 1962, participó como vocal del Tribunal Revolucionario presidido por el comandante Augusto Martínez Sánchez que se encargó de enjuiciar en juicio sumarísimo a los participantes de la invasión mercenaria por Playa Girón de abril de 1961. Este tribunal lo integraban además los comandantes Guillermo García Frías, Sergio del Valle y Manuel Piñeiro.
   Asumió importantes responsabilidades en las ORI [14], el Gobierno y en el Partido Comunista de Cuba (PCC), entre ellas, la jefatura del Estado Mayor del Ejército Rebelde al desaparecer físicamente el comandante Camilo Cienfuegos y del Ejército Central, del cual fue fundador, viceministro y ministro p.s.r. de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), integrante del Comité Central y del Buró Político del PCC desde 1965 hasta su muerte, delegado de este órgano en Oriente, presidente de la Comisión de Revisión y Control del Comité Central, vicepresidente del Consejo de Estado hasta el momento de su desaparición física y, desde 1993, presidía la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC).


Trayectoria artística
    Su legado va más allá de la lucha revolucionaria pues incursionó en el arte como escritor y como compositor musical.
Como hombre de cultura, Almeida fue autor de una docena de libros y obtuvo el premio Casa de las Américas en 1985 por Contra el agua y el viento, texto que narra los hechos acontecidos tras el paso del ciclón Flora por la Isla en octubre de 1963. Una obra conmovedora que devela magistralmente el trayecto desde La Habana de una cuadrilla de helicópteros al frente de la cual viajaba, siendo entonces Jefe de la Fuerza Aérea cubana. Estos hechos se imbrican con sus recuerdos sobre varios momentos duros para Cuba como los sabotajes realizados en distintos puntos del país por la contrarrevolución armada, el ataque a Playa Girón y la Crisis de Octubre en 1962.
    En su desempeño como intelectual, se incluye además, La única ciudadana, volumen publicado ese mismo año (1985), en el cual, el Comandante de la Revolución evoca los días de la Sierra Maestra, la formación del guerrillero, las primeras escaramuzas, los contactos con el campesinado, el paisaje, la flora y, como protagonista, la única ciudadana que enseña a curar con su medicina verde y reclama el amor a la tierra.
   Poco después se editan sucesivamente en 1986, 1987 y 1988 la trilogía Presidio, Exilio y Desembarco, y en ella Almeida devela anécdotas de los primeros tiempos de la Revolución, y resalta la figura de Fidel en su dimensión humana y política. Sierra Maestra y Por las faldas del Turquino, ambas publicadas en 1989, vuelven sobre la importancia decisiva de aquella etapa para toda la historia posterior en Cuba.
    Otras publicaciones cubanas, como la revista Bohemia, sacaron a la luz en diversas ocasiones sus poemas. Pero además de los textos, Almeida fue el autor de más de 300 canciones entre las que se destacan particularmente “La Lupe”, “Este camino largo”, “Mejor concluir”, “Vuelve pronto” y “Mejor diciembre”. Esa vocación por la música, anterior incluso a su incursión en las letras, llevó a Almeida a firmar varios discos, entre los que pueden citarse Elegía, donde están contemplados números musicales consagrados a la Patria y sus mártires, José Martí, Antonio Maceo e Ignacio Agramante; Evocación, dedicado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y Victoria de la Patria. Asimismo sus temas “Dame un traguito” y “Déjala que baile sola”, entre otros, lo acreditan como un importante compositor de música popular cubana.

Condecoraciones recibidas
Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba.
Orden Máximo Gómez de primer grado (otorgada el 27 de febrero de 1998, en ocasión del aniversario 40 de su ascenso a Comandante en la Sierra Maestra).

Obras publicadas
Presidio
Exilio
Desembarco
La Sierra
Por las faldas del Turquino
Contra el agua y el viento, Premio Casa de las Américas (1985)
La única ciudadana
El General en Jefe Máximo Gómez
¡Atención! ¡Recuento!. Editorial Nuevo Milenio, 2009.
La Sierra Maestra y más allá
Algo nuevo en el desierto
La aurora de los héroes