martes, 11 de septiembre de 2012

JUAN, EL COMANDANTE DE SIEMPRE


     *Este 11 de septiembre cumple este revolucionario y hombre de pueblo tres años de su desaparición física. Con este trabajo un reconocimiento a quien siempre recordaremos como un ejemplo de modestia, sencillez y espíritu de sacrificio

     Juan Almeida Bosque, Comandante revolucionario cubano. Participó en el Asalto al Cuartel Moncada, la expedición del Yate Granma y encabezó uno de los Frentes Guerrilleros en la Sierra Maestra.
     Formó parte del Buró Político del Comité Central del Partido desde su fundación en 1965 siendo ratificado en todos los congresos. Fue elegido diputado para la Asamblea Nacional y vicepresidente del Consejo de Estado, desde la primera legislatura del Parlamento cubano del nuevo período que se abrió tras el 1 de enero de 1959.            Fue comandante de la Revolución y presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. En su faceta de compositor y escritor realizó más de 300 canciones y una docena de libros.
                    Síntesis biográfica
       Nació en La Habana, el 17 de febrero de 1927 en el seno de una familia humilde. Participó en la lucha contra el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, durante la cual conoció a Fidel Castro, al cual sigue posteriormente en el Asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Es condenado a diez años de prisión a consecuencia de este hecho.
                           Presidio
         El 12 de octubre, el Ministro de Gobernación, Ramón Heredia, dispuso que el grupo de revolucionarios condenados por los sucesos del Moncada, dentro del cual se encontraba, fuera trasladado al Reclusorio Nacional de la Isla de Pinos. Según las disposiciones del Tribunal deberían permanecer en locales especiales, separados de los presos comunes. En aviones DC - 3, del ejército, bajo fuerte custodia militar fueron trasladados desde la provincia de Oriente hasta la Isla de Pinos.
      Fue ubicado, junto al resto de sus compañeros, en una de las salas del hospital del presidio, separados de los presos comunes por una pared de ladrillos que fue levantada para ese fin[2]. Poco después se le permitió recibir una visita al mes y alguna correspondencia, que siempre era severamente revisada y censurada.
Como el resto de sus compañeros se negó a aceptar la cena especial del 24 de diciembre de 1953 en protesta por los asesinatos cometidos por el ejército y la guardia rural durante los sucesos del Moncada.
      El 12 de febrero de 1954, cuando el dictador Fulgencio Batista visitaba el Penal para inaugurar la planta eléctrica de la prisión, junto a sus 25 compañeros[3] entonó a toda voz la Marcha del 26 de Julio. Batista prestó atención a la letra y visiblemente disgustado sólo preguntó quiénes cantaban, luego abandonó rápidamente el reclusorio. Por esta acción serían castigados severamente, Fidel Castro, Ramiro Valdés, Ernesto Tizol, Israel Tápanes y Agustín Díaz Cartaya. A él, y al resto de sus compañeros les retiraron el aparato de radio que tenía el pabellón y les suspendieron la entrega de periódicos además de prohibirles comunicarse con el exterior.
Desde 1954 y con mayor fuerza a partir de 1955 comenzó un amplio movimiento nacional, que abarcó a casi todas las tendencias políticas y clases del país, en pro de una amnistía general que incluyese a los moncadista. El 10 de marzo de 1955, en medio de los festejos oficiales por el tercer aniversario del golpe de estado, se presentaron en ambas cámaras del Congreso Cubano sendos proyectos de amnistía general. El 6 de mayo, luego de ser aprobada por ambas cámaras del Congreso Cubano, Fulgencio Batista firmó la Ley de amnistía que ponía en libertad a todos los presos políticos, incluidos los asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes que cumplían su condena en el presidio de la Isla de Pinos. Gracias a la amnistía el 15 de mayo de 1955 salió en libertad junto a sus compañeros de presidio político.
                  Lucha insurreccional
       En 1955 fue amnistiado junto a sus compañeros. Fue expedicionario del yate Granma en 1956. El 27 de febrero de 1958 fue ascendido a Comandante del Ejército Rebelde y pasó a dirigir la columna Santiago de Cuba.
       En marzo de ese mismo año dirigió el III Frente Oriental Dr. Mario Muñoz Monroy, el cual inicialmente adopta el nombre de III Frente de Operaciones en la Sierra Maestra. Tras el triunfo de la Revolución pasó a ocupar cargos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
                         Revolución en el poder
       El 29 de marzo de 1962, Juan Almeida participa como vocal del Tribunal Revolucionario presidido por el comandante Augusto Martínez Sánchez que se encargó de enjuiciar en juicio sumarísimo a los participantes de la invasión mercenaria por Playa Girón de abril de 1961. Este tribunal lo integraban además los comandantes Guillermo García Frías, Sergio del Valle y Manuel Piñeiro.
Fue elegido miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y de su Buró Político en octubre de 1965 y fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde la primera legislatura y Vicepresidente del Consejo de Estado. También fue presidente de la dirección nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana).
                    Trayectoria artística
      Su legado va más allá de la lucha revolucionaria pues incursionó en el arte como escritor y como compositor musical. Además compuso más de trescientas canciones de las cuales se han hecho varias producciones discográficas, dos de sus canciones más populares son La Lupe y Dame un traguito.
                               Muerte
       El día 11 de septiembre de 2009 a las 23:30, hora cubana, falleció debido a un paro cardiorrespiratorio a la edad de 82 años. Sus restos mortales fueron sepultados en el Mausoleo del III Frente Oriental, en Santiago de Cuba, junto a otros combatientes de la Revolución cubana.
                      Condecoraciones recibidas
      Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba.
Orden Máximo Gómez de primer grado (otorgada el 27 de febrero de 1998, en ocasión del aniversario 40 de su ascenso a Comandante en la Sierra Maestra).
                       Obras publicadas
Presidio
Exilio
Desembarco
La Sierra
Por las faldas del Turquino
Contra el Agua y el Viento, Premio Casa de las Américas (1985)
La Única Ciudadana
El General en Jefe Máximo Gómez
¡Atención! ¡Recuento!
La Sierra Maestra y más Allá
Algo nuevo en el desierto
La Aurora de los héroes

CUBA ALCANZÓ SU MEJOR RESULTADO EN LOS JUEGOS PARALÍMPICO



*La santiaguera Yunidis Castillo se convirtió en tricampeona
LUIS SÁNCHEZ DEL TORO
   Cuba conquistó el puesto 15 de los Juegos Paralímpicos Londres 2012, evento deportivo que cierra sus puertas el pasado domingo en Londres, la capital británica.
    Se trata de una actuación histórica por parte de la mayor de las Antillas en este tipo de competencias, al ganar nueve medallas de oro, cinco de plata y tres de bronce.
La nación antillana, que debutó en lides paralímpicas en Barcelona-1992, superó así la posición 23 de Atlanta-1996, en la que conquistó ocho preseas doradas y tres plateadas.
    El sábado, la delegación cubana alcanzó sus dos últimos metales por intermedio de la velocista Yunidis Castillo y el nadador Leonardo Pérez, quienes ganaron la corona y el metal bronceado en los 400 metros T46 y los 100 metros estilo libre S6, respectivamente.
   Castillo, ganadora también del oro en los 100 y 200 metros, triunfó ahora en los 400, con récord mundial de 55.72 segundos, al igual que en las pruebas anteriores, pero con 11.95 y 24.45 segundos, por ese orden.
    A la caribeña la secundaron en el podio del Estadio Olímpico, la surafricana Anrune Liebenberg, plata, con registro de 56.65, y la polaca Alicja Fiodorow (bronce/58.48).
   Por otra parte, Pérez, subcampeón paralímpico en los 50 metros, logró ahora el bronce en los 100 metros, con tiempo de 1.08.01 minutos, su segunda mejor marca personal, ya que en los pasados Juegos Escolares Nacionales, en el complejo de piscinas Baraguá, consiguió 1.07.79, actual récord nacional.
Cuba participó en la justa londinense con 23 deportistas, repartidos en cinco disciplinas, y alcanzó preseas en el atletismo, judo y natación, a las que se unieron las ganadas en el tiro y el levantamiento de pesas.
    Los especialistas del campo y pista fueron los que más metales aportaron, con siete coronas y cuatro sesgundos lugares, seguidos por los judocas (2-0-2) y los nadadores (0-1-1).
China ganó los Juegos Paralímpicos de Londres-2012, con 95 medallas de oro, 71 de plata y 65 de bronce, escoltada por Rusia (35-38-28) y Reino Unido (33-47-43).
          Destacada actuación de Yunidis
    La cubana Yunidis Castillo conquistó su tercera medalla dorada en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, al imponerse en la prueba de 400 metros lisos (T46) con récord mundial de 55.72 segundos.
Ganadora anteriormente de las pruebas de 100 y 200 de su categoría, Castillo hizo válidos los presagios y venció la oposición de la sudafricana Anrune Liebenberg (56.65) y la polaca Alicja Fiodorow (58.48), quienes la escoltaron en el podio.

PANCHITA, MÁS JOVEN QUE MAÑANA


PANCHITA, MÁS JOVEN QUE MAÑANA
*Francisca Muñoz Vera, quien en las históricas montañas de su natal Ti Arriba, festejó sus 103 años
LUIS SÁNCHEZ DEL TORO    Fotos: Jorge Luis Guibert
      Así dice sentirse Francisca Muñoz Vera, una mujer serrana que el pasado 25 de agosto celebró sus cumpleaños 103 en su natal comunidad de Ti Arriba, municipio de Songo-La Maya, rodeada de hijos, nietos, biznietos, vecinos y del ambiente campestre al cual nunca renunciará porque conoció en él los verdaderos tesoro de la vida.
     En este histórico sitio nací en 1909, comenta con extraordinaria lucidez en su memoria, además crecí, me casé y tuve mis nueve hijos, de ellos tres hembras, siempre en compañía de mi marido. Por estos sitios conocí la pobreza, el hambre, la miseria y todos esos males que acompañaban permanentemente a los hombres y mujeres del campo antes del triunfo de la Revolución, el Primero de Enero de 1959.
      El diálogo con Panchita, como cariñosamente la conocen todos por allá, es fluido, coherente y claro lo que sorprende y deja estupefacto a cualquier interlocutor. Su trayectoria a través de esos años acumulados son imposibles resumir en dos o tres cuartillas, donde pudiéramos destacar su intenso quehacer como recogedora de café en diferentes regiones de la antigua provincia de Oriente, o como lavandera y cocinera para ganarse la vida y aportar a la crianza de sus hijos.
      Fueron tiempos muy difíciles, afirma Panchita, de muchos sacrificios en todos los aspectos de la vida y caracterizado por un riguroso y explotador trabajo, sin embargo mírame bien, aquí estoy viva y fuerte todavía, por eso me pregunto  que quién inventó eso que el trabajo mata, ya que si fuera de esa manera no hubiera llegado ni a los 20 años, porque empecé muy temprano a trabajar.
      Esta centenaria mujer aún mantiene una vitalidad sorprendente, que le permite disfrutar de un buen juego de pelota o un programa de la televisión, escuchar  la radio o participar en un animado partido de barajas, además de coser, escribir y hasta leer sin espejuelos porque con mucho orgullo afirma, “nunca los he usado para nada”.
      Se dice sentir fuerte a pesar de  llevar sobre sus hombros más de una centuria, y no oculta que en algunas ocasiones siente dolores en sus piernas, sin embargo su acompasado andar siempre en compañía de su bastón es ágil y seguro. “Los años no perdonan y con sinceridad puedo decir que no me siento cansada. Nunca he sido enfermiza y solo en dos veces estuve hospitalizada a causa de una operación de la hernia”, comenta con presunción Panchita.
      Considera a la demarcación de Ti Arriba como lo máximo, allí se multiplican sus deseos por continuar viviendo, ya que se alimenta del aire puro de las mañanas, las cálidas noches favorecidas por la corriente eléctrica que alumbran el caserío, el olor característico del campo cubano, además de las delicias de una adecuada alimentación preferentemente con vegetales y  frutas, sin descartar bien temprano un delicioso té de anisón o de otra planta medicinal.
     “El pasado año estuve en la ciudad de Santiago de Cuba donde compartí con mis otros hijos y familiares. Allí cumplí una breve estancia para volver nuevamente a este histórico sitio donde nací y finalmente descansaré cuando llegue la hora.
     “Continuaré siempre aquí rodeada de una numerosa familia entre los que sobresalen mis nueve hijos, más de 30 nietos y cerca de 50 biznietos, además de los vecinos y otras personas que me quieren, y con quienes compartí este cumpleaños, ah, y desde ya los estoy invitando a los 104 porque me siento más joven que mañana”, dijo finalmente Panchita con una amplia sonrisa en los labios.
*Dice sentirse actualmente Francisca Muñoz Vera, quien en las históricas montañas de su Natal Ti Arriba, festejó sus 104 años
LUIS SÁNCHEZ DEL TORO    Fotos: Jorge Luis Guibert
      Así dice sentirse Francisca Muñoz Vera, una mujer serrana que el pasado 25 de agosto celebró sus cumpleaños 103 en su natal comunidad de Ti Arriba, municipio de Songo-La Maya, rodeada de hijos, nietos, biznietos, vecinos y del ambiente campestre al cual nunca renunciará porque conoció en él los verdaderos tesoro de la vida.
     En este histórico sitio nací en 1909, comenta con extraordinaria lucidez en su memoria, además crecí, me casé y tuve mis nueve hijos, de ellos tres hembras, siempre en compañía de mi marido. Por estos sitios conocí la pobreza, el hambre, la miseria y todos esos males que acompañaban permanentemente a los hombres y mujeres del campo antes del triunfo de la Revolución, el Primero de Enero de 1959.
      El diálogo con Panchita, como cariñosamente la conocen todos por allá, es fluido, coherente y claro lo que sorprende y deja estupefacto a cualquier interlocutor. Su trayectoria a través de esos años acumulados son imposibles resumir en dos o tres cuartillas, donde pudiéramos destacar su intenso quehacer como recogedora de café en diferentes regiones de la antigua provincia de Oriente, o como lavandera y cocinera para ganarse la vida y aportar a la crianza de sus hijos.
      Fueron tiempos muy difíciles, afirma Panchita, de muchos sacrificios en todos los aspectos de la vida y caracterizado por un riguroso y explotador trabajo, sin embargo mírame bien, aquí estoy viva y fuerte todavía, por eso me pregunto  que quién inventó eso que el trabajo mata, ya que si fuera de esa manera no hubiera llegado ni a los 20 años, porque empecé muy temprano a trabajar.
      Esta centenaria mujer aún mantiene una vitalidad sorprendente, que le permite disfrutar de un buen juego de pelota o un programa de la televisión, escuchar  la radio o participar en un animado partido de barajas, además de coser, escribir y hasta leer sin espejuelos porque con mucho orgullo afirma, “nunca los he usado para nada”.
      Se dice sentir fuerte a pesar de  llevar sobre sus hombros más de una centuria, y no oculta que en algunas ocasiones siente dolores en sus piernas, sin embargo su acompasado andar siempre en compañía de su bastón es ágil y seguro. “Los años no perdonan y con sinceridad puedo decir que no me siento cansada. Nunca he sido enfermiza y solo en dos veces estuve hospitalizada a causa de una operación de la hernia”, comenta con presunción Panchita.
      Considera a la demarcación de Ti Arriba como lo máximo, allí se multiplican sus deseos por continuar viviendo, ya que se alimenta del aire puro de las mañanas, las cálidas noches favorecidas por la corriente eléctrica que alumbran el caserío, el olor característico del campo cubano, además de las delicias de una adecuada alimentación preferentemente con vegetales y  frutas, sin descartar bien temprano un delicioso té de anisón o de otra planta medicinal.
     “El pasado año estuve en la ciudad de Santiago de Cuba donde compartí con mis otros hijos y familiares. Allí cumplí una breve estancia para volver nuevamente a este histórico sitio donde nací y finalmente descansaré cuando llegue la hora.
     “Continuaré siempre aquí rodeada de una numerosa familia entre los que sobresalen mis nueve hijos, más de 30 nietos y cerca de 50 biznietos, además de los vecinos y otras personas que me quieren, y con quienes compartí este cumpleaños, ah, y desde ya los estoy invitando a los 104 porque me siento más joven que mañana”, dijo finalmente Panchita con una amplia sonrisa en los labios.