jueves, 27 de junio de 2013

EPASE Santiago siempre apuntalando la luz del saber


Escrito por Luis Sánchez del Toro

No se trata de que vengan de menos a más, sino que desde hace varios años, la Empresa Provincial de Abastecimiento y Servicios a la Educación (EPASE) en Santiago de Cuba, viene contribuyendo a los significativos avances y consolidación de la esfera educacional en este territorio oriental.
Un colectivo, quizás anónimo o poco conocido, que llega por estos nuevos tiempos a ocupar un lugar destacado entre sus homólogos santiagueros por un intenso quehacer diario, caracterizado por positivos resultados productivos y elevada eficiencia económica, que se traducen en una impactante trascendencia social muy bien ligada a esa sentencia martiana que reza: "Hombres recogerá quien siembre escuelas".
El pasado año y el transcurso del actual son reveladores entre los 474 trabajadores de la EPASE, quienes no ceden espacios en los nueve municipios de esta provincia para asegurar desde el punto de vista cualitativo cursos escolares superiores, según comentó Rafael Pérez González, director de la entidad, quien argumentó que 53 centros de Educación en Santiago de Cuba se benefician en estos momentos con acciones constructivas que deben concluir antes del inicio del próximo período lectivo 2013-2014.
Por ejemplo, en el poblado cabecera de Cruce de Los Baños, en Tercer Frente, la brigada de la EPASE de Contramaestre, encabezada por Denis López Leyva, se enfrasca en la terminación de un círculo infantil, el primero de esta abrupta localidad, con capacidad para 156 niños y niñas a partir del segundo año de vida y hasta el sexto.
La obra, a más del 90% de ejecución, en un local adaptado se prevé terminar como saludo al 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes, a decir de su directora Misloida Rosabal Alarcón, quien dijo llena de mucha alegría y satisfacción a los pobladores, esencialmente a las madres trabajadoras quienes ya podrán contar con una instalación de este tipo.
El empuje constructivo de la entidad, se extiende además en casi su totalidad a las mejoras estructurales a las escuelas secundarias básicas, primarias, internas, de la enseñanza especial y otros círculos infantiles, además de la reparación capital de la secundaria Fe del Valle, el campamento de pioneros 26 de Julio y la escuela Eduardo Mesa, para niños sordos e hipoacúsicos, entre otras.
Esta empresa es la única de su tipo en el país, que confecciona mediante la utilización del yeso y el fibrocemento los bustos del Héroe Nacional José Martí para las instituciones educacionales de la región oriental. Para este año tienen contratados 800 bustos, de los cuales han entregado unos 200 hasta la fecha.
Rafael Pérez González, director de la entidad, destacó que reciente mente recibieron la bandera de Vanguardia Nacional, reconocimiento que constituye un reto para continuar avanzando en el impulso de las tareas económicas y sociales que en la actualidad lleva adelante el colectivo, a favor de garantizar el ascenso y consolidación del sistema educacional en la provincia de Santiago de Cuba.
La EPASE santiaguera, entidad en perfeccionamiento empresarial, que ostenta también la condición de excelencia en los servicios, también sobresalió por el aporte realizado en la rehabilitación de las instalaciones educacionales después del paso del huracán Sandy. La calidad y la integralidad en las tareas de albañilería, carpintería se suman a un sobrecumplimiento con eficiencia de sus planes de producción mercantil, las ventas y las utilidades, entre otros indicadores, además de ser declarados libres de delito.
Por diferentes sitios laboran intensamente estos hombres y mujeres, quienes disfrutan de ser puntales de la luz del saber.



Agricultura Urbana y Suburbana: Por acertados caminos




Escrito por Luis Sánchez del Toro


Esta vez nuevamente llegó la Agricultura Urbana y Suburbana con buenas nuevas para los santiagueros, quienes en el transcurso del recorrido número 61 del Grupo Nacional alcanzaron la calificación de Bien, en correspondencia con el positivo resultado ofrecido a esta importante actividad económica en los últimos tiempos.
Sin lugar a dudas, que unos ocho meses después del paso del huracán Sandy, no cabe la menor duda en afirmar que ha sido esta rama de la agricultura la que con más rapidez se ha recuperado en todos los municipios santiagueros, a favor de contribuir a un aporte mayor de alimentos para la población.
En esta ocasión, se confirman los resultados en el cumplimiento con creces del programa de producción de hortalizas y condimentos frescos, la consolidación de una estrategia muy integrada de los organismos, entidades y otros factores con el sistema de la agricultura, y la consolidación de subprogramas como la avicultura, hortalizas, porcino, plantas medicinales y las flores, entre otros.
Esos adelantos fueron válidos para ubicar a la provincia en el segundo lugar en el ámbito nacional, no obstante a que aún faltaban tres territorios por evaluar en este recorrido, que dejó como problemas pendientes a solución los subprogramas de alimento animal, tubérculos y raíces, capacitación, el plátano popular, suelos y abonos orgánicos, el uso de la tierra y el ganado mayor.
Los nueve municipios alcanzaron la calificación de Bien, mientras Santiago de Cuba, Guamá y Segundo Frente, ocuparon los tres primeros lugares en ese orden; a la vez que al grupo de la Excelencia ascendían la CPA Victoria de Girón y la Finca especial de producción de semillas, en Palma Soriano y Mella, respectivamente.
Con la categoría de Referencia Nacional se erigían el productor cunícola Rafael Núñez y la UBPC Bahía Larga, en Guamá; la finca pecuaria La Caridad, en San Luis y la finca de cultivos varios El Cañón, en el Consejo Popular de Boniato en el municipio de Santiago de Cuba, en tanto con los máximos galardones eran estimulados la minindustria La Micaela, con la Doble Corona de la Excelencia, así como el patio ?El Jardín Escondido?, con la Triple Corona de la Excelencia en el Movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana.
En lo adelante queda por trabajar considerablemente, en lo esencial en continuar potenciando la recuperación de los huertos escolares en las escuelas primarias y especiales, garantizar la siembra de los 1 295 canteros en el organopónico La República, la eliminación del marabú en las zonas comprendidas en la Agricultura Suburbana, teniendo en cuenta los rebrotes y el cumplimiento de las entregas al turismo al cierre del mes de agosto.
Para esta ocasión, los santiagueros apostaron por apremiantes trabajos que mostraron resultados concretos en la práctica, tales son los casos de las finca La Caoba, en San Luis, donde se "goza" con muy buena salud un cultivo de col fuera de tiempo, así como también en la finca de planta medicinal especial de montaña, en la cual crecen impetuosos los cinco cultivos fundamentales y otros previstos.
El recorrido número 61 del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana, encabezado esta vez por la Dra. Esmeralda Acosta Morfi, transmitió una felicitación a los productores y al pueblo santiagueros, que apoyados en un sistema integrado de trabajo avanzan y consolidan esta importante tarea dirigida a satisfacer paulatinamente la alimentación del pueblo.
Mucho queda por hacer todavía, manifestaba el miembro del Comité Central Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en la provincia, quien también reiteraba una felicitación a esos hombres y mujeres, quienes desde sus puestos de trabajo cumplieron con la palabra empeñada como saludo al 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes.
Por acertados caminos sigue marchando la Agricultura Urbana y Suburbana en este territorio, la cual continúa preparándose para en un futuro inmediato, a un menor precio y con una variada oferta, vestir de gala la cocina santiaguera.



60 aniversario del Moncada


¿Cuántos fueron los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes?

Ángel Luis Beltrán Calunga *

¿Cuántos fueron los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes? A la pregunta ha habido todo un conjunto de respuestas. Se ha dicho que fueron 165, entre ambos escenarios, y en cuanto a las acciones en Santiago de Cuba, los textos más antiguos hablan de 135 y 128, respectivamente.
Es obvio recordar que para las acciones –entonces desconocidas por la mayoría- se entrenaron unos 1 500 comprometidos, organizados en cerca de 150 células de la Generación del Centenario de José Martí, pero por no contarse con suficientes armamentos, fue preciso seleccionar a los más destacados tiradores.
Ya hace algún tiempo fue posible dar una respuesta cabal, gracias a las investigaciones de José Leiva Mestres, quien durante más de tres décadas entrevistó a asaltantes e, incluso, ex miembros del Ejército de la tiranía, en aras de conocer quiénes participaron en los diferentes lugares, luchadores muertos en combate y asesinados.
A Santiago de Cuba llegaron 128 comprometidos, mas fueron 129 con el santiaguero Renato Guitart, quien desempeñó un decidido papel en el alojamiento de los jóvenes.
Después de despegar de los lugares de estancia temporal, alquilados por Renato Guitart, en la Villa Blanca, granja para pollos (hoy Granjita Siboney), a 17 km de la ciudad santiaguera, poco antes de la "hora cero", se acuartelaron 127, incluidas las dos mujeres, Melba Hernández y Haydée Santamaría, porque Julio Trigo López, sufrió un ataque de hemotisis, en el alojamiento de Celda No. 8, y Abel Santamaría, segundo jefe del Movimiento, le dio la orden de regresar a La Habana. Fingió retirarse, pero se quedó deambulando y guiado por los tiros, se sumó a la lucha, en el Hospital Civil Saturnino Lora. Combatió fuerte, mas fue asesinado.
Emilio Albentosa Chacón, albañil santiaguero, residente en la capital, antes de la ubicación previa, invitó a Juan Almeida y a Moisés Maffut, a ir a casa de su familia, en la calle Bayamo, cerca de Cuartel de Pardo, pero encontró a la madre enferma, sus acompañantes le aconsejaron quedarse un rato más y luego ellos lo pasarían a recoger, cosa que no sucedió.
En la otrora Villa Blanca se produjeron ocho deserciones con el pretexto de que las armas eran insuficientes. Los primeros fueron los cuatro componentes de la célula estudiantil universitaria: Ángel Díaz Francisco, el jefe; Jesús Blanco Alba, Carlos A. Meriele y Manuel Vázquez Tió.
Posteriormente, Víctor Escalona Benítez expuso que su célula formada por seis, no participaría, pero uno de ellos, Gerardo Sosa, a quien le decían Sosita por su mediana estatura y poco peso corporal, dio un paso al frente y acompañó a Fidel en el ataque. Orlando Cortés Gallardo y Eduardo Rodríguez Alemán, del mismo grupo, tampoco aceptaron la decisión de su dirigente, y se acercaron a Fidel, a quien dijeron que ellos no deseaban quedarse fuera.
Ya las armas habían sido repartidas, y el Jefe de las acciones del 26 de Julio de l953, les dijo que trataran de irse en lo primero que encontraran y que lo esperaran en el Parque Céspedes.
Tras llegar a la ciudad, allí fueron detenidos, golpeados y condenados tres años. Salieron del mal llamado Presidio Modelo, tras la amnistía del 15 de mayo de 1955.
El último y octavo desertor fue el telegrafista Manuel Lorenzo, quien tenía la misión de poner a funcionar el trasmisor del Moncada, en caso de tomarse la fortaleza.
Fidel ordenó el aislamiento de los desertores, a quienes dio instrucciones de no marcharse hasta que la caravana de autos de los moncadistas se hubiera alejado prudentemente.
En el Grito del Moncada (tomo 2), Mario Mencía narra que ha poca distancia de la Granjita, el auto de Boris Luis Santacoloma se ponchó y lo arrinconaron a la cuneta para tratar de hacer el cambio de repuesto. Boris y Vicente Chávez subieron al carro de Ernesto Tizol; Ulises Sarmiento y Gerardo Sosa, al de Oscar Alcalde, del cual se bajaron Moisés Maffut y otro más. Así quedaron allí, en el pedraplén, Orbeín Hernández, Manuel Suardíaz, Maffut y otro no identificado.
Sin atender la orden de Fidel, Ángel Díaz, jefe del grupo de los estudiantes universitarios, abandonó con éstos la Villa Blanca inmediatamente y se insertaron en la caravana. Lógicamente, el carro que adelantaron siguió tras ellos y solo se dieron cuenta de la equivocación de la ruta, cuando estaban por Quintero, a la salida de la ciudad. Regresaron, pero ya muy poco pudieron hacer.
En el carro extraviado iban nueve hombres de la célula de Calabazar, orientada por Pedro Trigo López. Los demás fueron Oscar Quintela Bonilla (chofer), René Bedia Morales, Pedro Gerardo Gutiérrez Santos, Ernesto González, Florentino Fernández, José Luis López, Julio Fernández y otro no identificado (luego traidores los dos últimos). Se dividieron en dos grupos para escapar, cinco quedaron en el automóvil. Estos detalles corresponden a testimonios de asaltantes que aparecen en el libro de nuestra autoría, Después del asalto al muro, editado por la Editorial Oriente.
Por lo tanto el grupo de la Granjita sufrió 21 bajas: ocho desertores, cuatro sin transporte y los nueve extraviados. Pasemos pues, al número de participantes en las acciones. En la Posta Tres del cuartel, hubo 76 y no 78 como se ha publicado; en el Hospital Civil, 23 y no 24 como se dijo; y n la altura del Palacio de Justicia, seis. Por lo tanto suman 105, en las acciones del Moncada.
En Bayamo, para el ataque al "Carlos Manuel de Céspedes", se contaba con 27 hombres, pero los participantes fueron dos menos. Elio Rosete, el bayamés, era un hombre clave. Se presentaría a la hora decisiva, en el cuartel, acompañado de Raúl Martínez Ararás, jefe de aquella acción, y le diría a la posta que su acompañante (también uniformado) necesitaba descansar allí para luego seguir viaje hacia Santiago de Cuba, y se aprovecharía para desarmar a los vigilantes.
Pero Elio pidió permiso, por la noche, para ir a su casa; y no regresó; hubo que variar el plan de ataque. En fin allí, también fracasó el factor sorpresa.
Bien, ya podemos responder la pregunta: los asaltantes físicos fueron 130; 105, en Santiago de Cuba, y 25, en Bayamo.
Pero, lógicamente, la categoría de participantes la tienen siete de los nueve extraviados en el carro de la célula de Pedro Trigo López; Emilio Albentosa Chacón, a quien no fueron a buscar en casa de la madre; Orbeín Hernández, Manuel Suardíaz y otro no identificado, tres de los cuatro que se quedaron sin transporte, tras partir hacia la cita. Se exceptúa de ese grupo, Moisés Maffut, quien después de los sucesos abandonó el país.
También, en la lista de combatientes están Orlando Cortés Gallardo y Eduardo Rodríguez Alemán, quienes eran de la célula de Víctor Escalona Benítez, mas decidieron participar, y Fidel le dio la orden de esperarlo en el Parque Céspedes.
Por lo tanto a la relación de asaltantes, se suman 13, más l30, son 143. En cuanto a los muertos, esta correcta la cifra de 61, pero los investigaciones de Leiva Mestres precisan que en combate cayeron seis y no siete como se publicó posteriormente.
Los caídos peleando: Guillermo Granados Lara, Renato Guitart Rosell, Pedro Marrero Aizpurúa, Carmelo Noa Gil, Gildo Fleitas López y Flores Betancourt Rodríguez. Los restantes 55 fueron asesinados.
Hace un buen tiempo, en aras de tener detalles precisos, dimos las gracias a las licenciadas Nancy Elliot Caballero, Modesta Coya, museólogas de la Granjita Siboney; y Odalys Marqués, técnica de la Oficina de Asuntos Históricos del Comité Provincial del Partido, quienes atesoraron investigaciones de José Leiva Mestres. (Entonces los mencionados ocupaban las responsabilidades señaladas).

* Periodista e investigador

martes, 11 de junio de 2013

14 de Junio:


    DOS HOMBRES EN UNA FECHA    



    No solo los une la simple coincidencia de sus cumpleaños: Ernesto Guevara y Antonio Maceo pertenecen a esa dimensión de lo inmenso, de lo legendario. El más viril de todos los criollos uno; el otro guerrillero de América; los dos símbolos de un heroísmo que ha trascendido el tiempo y el olvido.
   En 1845, en Majaguabo, término municipal de San Luis, en Santiago de Cuba. Un niño llamado Antonio de la Caridad Maceo y Grajales llegaba al mundo para permanecer para siempre en el alma de este pueblo.
    A nuestros días llega la imagen del Maceo campesino, criado en la miseria, protagonista de victorias conocidas por todos: la entereza ante Martínez Campos, la audacia de la Protesta de Baraguá, la responsabilidad al mando de la Región Oriental, la Invasión a Occidente, entre otros sucesos. Pero, ¿es esa la única verdad?
    Al decir de quienes lo conocieron y registraron sus testimonios en la literatura, El Titán de Bronce procedía de una familia de buena posición.
     Gracias a la educación recibida por sus progenitores, Mariana y Marcos, Maceo conoció a comerciantes, industriales y familias acomodadas donde aprendió la diplomacia que más tarde lo distinguiría dentro de las tropas mambisas.
   Detrás del porte de guerrero se escondía un hombre tímido que nunca conoció el campo de batalla hasta el momento en punto en que se incorporó a la causa revolucionaria por decisión propia.
   No sabía de uniformes militares, columnas en marcha, tácticas o estrategias de ataques y a pesar de eso agitó el machete hasta el cansancio en busca de tiempos mejores CORTE BREVE
El héroe  cosechó triunfos para el Ejército Libertador. Pero también sufrió derrotas que le quebraron el alma.
    Las tropas ibéricas redujeron a cenizas la casa donde vivió parte de su vida y con ella el  sudor de sus padres durante largos años. Lloró junto a su esposa María Cabrales cuando perdió a su hijo con tan solo siete días de nacido por causa del tétanos. Gritó en medio del monte mientras le sacaban la bala que alcanzó su cuerpo en un combate.
    Pero junio invita también a mirar la historia del Che, del niño que nació en Rosario, Argentina, y con solo dos años vivió la agonía de su primer ataque de asma; del joven apasionado decidido a recorrer ciudades y naciones en una búsqueda personal hasta formar parte de la Revolución Cubana y convertirse en símbolo vigente de la lucha de los pueblos; del hombre íntegro que fue descubriendo su verdadera vocación revolucionaria y escribió su nombre en la historia libertaria de Cuba.
    Ya en 1965, consolidada la revolución cubana, el deber convoca, esta vez  en la lejana África. Antes de su partida  al  Congo, el Che escribe una carta de despedida a sus padres: “Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo”
    Pero la lucha del Guerrillero Heroico no acaba en suelo negro, continúa en América del Sur, cuando a casi un año de su regreso de tierras africanas hace suyos los ideales de otros pueblos oprimidos. Así, las balas lo alcanzan en Bolivia en su último combate librado en la quebrada del Yuro, cuando las fuerzas enemigas logran herirlo y lo asesinaron en la Higuera.
   Ahora se confunden el hombre y el símbolo; para muchos es el soldado, el guerrillero de la Sierra, el internacionalista en esencia; otros lo hacen héroe, lo veneran y lo llaman San Ernesto de la Higuera, mientras sus sueños perduran y alumbran el camino de la justicia y el progreso.
Son los detalles olvidados en la historia de nuestros días los que nos permiten conocer a nuestros héroes patrios como seres humanos. Esta  vez junio ha sido el pretexto para asomarnos a la vida de dos hombres iluminados por una causa común, en épocas distantes: la soberanía de este caimán dormido en el mar de las Antillas.
    El Che también patentizó el gran respeto y admiración que experimentó por el bravío luchador independentista cubano Antonio Maceo y Grajales.
    El siete de diciembre de 1962 comentó en torno a la vida y la obra de quién suele ser igualmente calificado en nuestra historia como el titán de Bronce, al hablar en el acto efectuado en El Cacahual con motivo del aniversario 66 de su caída en combate.
   Comenzó su discurso destacando la vigencia que le atribuía a Antonio Maceo en ese instante que vivía Cuba tras haber producido unos años antes el triunfo revolucionario.
   “Hoy, que estamos en la tarea de la construcción del socialismo en Cuba afirmó-, que empezamos una nueva etapa de la historia de América, el recuerdo de Antonio Maceo adquiere luces propias. Empieza a estar más íntimamente ligado al pueblo, y toda la historia de su vida, de sus luchas maravillosas y de su muerte heroica, adquiere el sentido completo, el sentido del sacrificio para la liberación definitiva del pueblo.”  
   Recordó que él no estuvo solo en esa lucha y dijo que fue uno de los tres grandes pilares en que se asentó todo el esfuerzo de liberación del pueblo cubano en el siglo XIX. Y señaló que  él, Máximo Gómez y José Martí, constituyeron las fuerzas más importantes, las expresiones más altas de la revolución de aquella época.
   El Che resaltó que Antonio Maceo tuvo dos momentos, los más importantes de su vida: los que, a su juicio,  lo definirían  como hombre y como genio militar.
   Y argumentó de inmediato que el  primero de ellos fue, cuando contra todas las corrientes, contra todos los conformismos, contra todos los desesperados  que querían alcanzar algún  tipo de paz después de 10 años de lucha, cuando se desintegra el Ejército de Liberación y se firma la Paz del Zanjón, Antonio Maceo expresa la Protesta de Baraguá y, solo, trata de seguir la lucha en condiciones imposibles.
   Para el Che el otro momento crucial en la vida de Antonio Maceo tuvo lugar entre octubre de 1895 y enero de 1896 cuando él realizó la histórica invasión desde Oriente hasta la provincia más occidental de Cuba, Pinar del Río.
   La guerra por la independencia de Cuba se había logrado reiniciar el 24 de febrero de 1895 y en el transcurso de los meses  y tras las primeras batallas y combates, entonces se preparó, al decir del Che, la segunda de las hazañas definitorias de la vida de Maceo: la Invasión.