LUIS
SÁNCHEZ DEL TORO Fotos: Jorge Luis Guibert
Cuando las vidas de los hombres se funden en
un objetivo común a favor del bienestar de sus semejantes, siempre serán
admirados por otros que siguen esos ejemplos positivos. Tales son los casos de los
productores individuales sanluiseros Ramón Santana Gil y Geovanis Acosta Torres,
quienes desde varios años se colocan entre los más destacados del sector
cooperativo campesino en Santiago de Cuba.
A Ramón lo distinguen por su exquisito
tratamiento en el impulso del programa de frutales. En su finca Fruta de Pan,
en el Consejo Popular La Luz, en la actualidad reverdecen más de 100 variedades
de frutas. Entre las que predomina la piña, además de la fresa, el melocotón de
a India, la guayaba, el mango, el aguacate, la naranja, el plátano fruta… entre
otras que resplandecen en sus dos hectárea de extensión territorial.
Con sus 77 años de edad, desafía diariamente
la madrugada para atender las eficientes plantaciones de cultivos varios
-boniato, yuca, maíz, calabaza- y en lo particular su idolatrado piñal de una
hectárea, el cual data de unos 34 años y de donde anualmente extrae como
promedio alrededor de 5 toneladas de la Reina de las frutas cubanas.
Con la categoría de Excelencia Nacional de la
Agricultura Urbana, este experimentado productor perteneciente a la CCS Antonio
Maceo Grajales, la cual acumula 11 años consecutivos con la condición de
Vanguardia Nacional, no oculta su satisfacción de ser iniciador del cultivo de
la Morera –un alimento animal muy demandado- en la provincia de Santiago de
Cuba por los productores.
Por esos lares de la zona de Fruta de Pan
también aflora una saludable masa de conejo, atendido eficientemente por su
sobrina Danly Mainet Beltrán, quien tampoco descuida a las gallinas, patos,
guanajos y otras aves que hacen las delicias en un modesto espacio siempre
repleto de animales, frutos y felicidad.
Si embargo, un poco más allá y encaramado en
las lomas está Geovanis Acosta Torres, en su finca La Andelina, en el Consejo
Popular El Palmar.
Un destacado productor de leche y carne del
Plan Turquino sanluisero, que en el 2012
dio sus primeros pasos hacia su una ubicación entre los cooperativistas y
campesinos del sector ganadero más destacados en la provincia. En esa etapa
llegó a 10,5 toneladas de carne vacuna, mientras en la leche alcanzó más de
26 700 litros, de ahí que en el 2013
aspire a más, a pesar de al intensa sequía, la secuelas de “Sandy” y otros factores.
Para Geovanis, quien jocosamente comenta que
“el ganado sin comida es un tren sin línea”, es prioridad la siembra de
alimento para la nutrición de la masa
animal. Este año aspira cerrar con 5 hectáreas de pasto para un saludable y
prospero ganado, que solo es posible con su esfuerzo particular y de otros dos
trabajadores quienes lo apoyan en la finca.
Pero aunque su fuerte es la ganadería, afirma
que no solo de pan vive el hombre, por
tanto apuesta por la diversificación de la producción con la siembra de
frijoles, hortalizas y los cultivos varios, consciente que el secreto para aportar
a la alimentación del pueblo es trabajar, trabajar y trabajar sin descanso en
sus 20,5 hectáreas.
La cuatro de la mañana nunca sorprenden a
Geovanis en el lecho de su cama, mientras reconoce que entre una cosa u otra
desafía un buen descanso a las 10 de la noche. Reconoce con solo 47 años de
edad que es muy difícil trabajar la tierra, sin embargo no está arrepentido de
extraerle el máximo al suelo para la satisfacción de las necesidades
alimentarias del pueblo, sustituir importaciones y responder con eficiencia a
los Lineamientos Económicos y Sociales aprobados en el VI Congreso del Partido.
Cero muerte de la masa y de vacas vacía, alta natalidad, elevado promedio de
litros de leche por animal y eliminación del hurto y sacrificio, entre otros
indicadores revelan la eficiencia de este ganadero, quien no por casualidad
llegó a una aspiración la cual ganó por pura vocación.
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