En
el puerto Guillermón Moncada de Santiago de Cuba, transcurre con mucha
normalidad el quehacer laboral entre los portuarios, quienes rememoran
que en su labor cotidiana solo hubo una tregua de alrededor de 12 horas,
ocasionada por el paso del huracán Sandy, que a decir en buen cubano
acabó con el techo de los almacenes y el edificio socio-administrativo,
entre otros daños.
Solo
bastó un mínimo tiempo para empezar de nuevo las operaciones en la
mañana del viernes 26 de octubre, destacó Leonardo Naranjo, director
general de la Empresa de Servicios Portuarios de Oriente, después de
completar la limpieza total de las Zonas No. 1 y 2, así como del área de
los contenedores y toda la parte delantera del edificio de la
instalación.
“Todos
nuestros trabajadores, a pesar de que en su mayoría fueron afectados en
sus viviendas por pérdidas de los techos y derrumbes, se integraron
tanto a la recuperación como a las operaciones de los barcos surto en
puerto, lo que denota el sentido de pertenencia y entrega que
tradicionalmente ha caracterizado a los Guillermones”, dijo con orgullo
Leonardo.
Tal
es el caso de Jorge Prades Sayú, estibador de la base de contenedores y
vecino del reparto Altamira, quien comentó que desde hace nueve días
trabaja y comparte el sueño en este centro ya que su casa perdió totalmente el techo y su esposa en estado de embarazo está actualmente hospitalizada.
Este
portuario con 26 años de labor en la rada santiaguera, expresa que
enterado de la situación del puerto se incorporó a la labores de
limpieza y ordenamiento, lo que permitió garantizar con mucha agilidad
la descarga de tres barcos con contenedores después del paso de Sandy.
“Nuestra disposición es continuar trabajando y aportando a la
recuperación del territorio, pese a nuestros problemas personales”, dijo
Jorge Prades Sayú.
El
esfuerzo de los “Guillermones” se multiplica por estos días, y muy
estimulantes son las imágenes de los hombres trepados a los techos de
los almacenes para remediarlos, así como de otros en la Zona No.1 descargando
dos buques llenos de maíz y soya. Junto con ellos una brigada de ocho
trabajadores del puerto de Guayabal, de la provincia de Las Tunas.
Fernando
Perdomo Martínez, al frente de ese colectivo, afirma que laboran desde
el pasado día 30 en la rehabilitación de las cubiertas de los almacenes,
en tanto ratifican el compromiso y la disposición de contribuir si es
necesario a restituir los techos de las viviendas de las familias
santiagueras afectadas por el huracán.
El
puerto Guillermón Moncada está totalmente limpio y la recuperación
avanza con mucha rapidez. Conversar con su gente es estimulante ya que
transpiran confianza y disposición de salir adelante, según nos comentó
Alipio Hechavarría Guzmán y Oscar Brugal Perdomo, Director Adjunto y
Jefe de Protección y Seguridad de la Empresa.
Sin
embargo, esa convicción no solo está impregnada en los directivos, sino
también en jóvenes portuarios como Wilson Arzuaga y Miguel Mayeta,
estibadores que contribuyen desde sus respectivas brigadas a la
recuperación de los sacos de arroz que con seguridad descansaron en
naves que fueron vulnerables a la penetración del mar y a los fuertes
vientos de Sandy.
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