miércoles, 27 de noviembre de 2013



 La "Fortaleza" en la agroecología
Escrito por Luis Sánchez del Toro  
Fotos: Jorge Luis Guibert García

   Nunca pensó Ramón, que llegar a la zona de El Cañón, un punto aledaño al Puerto de Boniato -reconocido mirador natural- a unos 12 kilómetros al noreste de la ciudad de Santiago de Cuba, le proporcionaría la gran oportunidad de su vida: convertirse en un destacado agricultor agroecológico cubano.

   Hace un lustro llegó a ese sitio, donde el reto de enfrentar el marabú y el aroma, así como a las retadoras estribaciones del monte, lo obligaría a trabajar fuerte para convertir esa tierra en cultivable y de utilidad, para así producir alimentos aplicando las prácticas relacionadas con la agroecología, la conservación de suelos, el manejo de plagas y aspectos de la agricultura sostenible.
   Es por ello que este hombre de campo bautizó su finca como "La Fortaleza", desde donde estrechó vínculo con el Movimiento de Campesino a Campesino para adquirir los conocimientos necesarios que le permitiera aportar alimentos apostando en la práctica de las técnicas naturales y la aplicación de la ciencia y la técnica con altos resultados productivos.
   Un total de 8,08 hectáreas dominan la superficie de su propiedad, la cual ostenta la condición de Referencia Nacional del Movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana. Un exigente recorrido "loma arriba" pone en evidencia una vez más que duro ha trabajado Ramón para que en esas pendientes crezca vigorosamente el plátano macho, fruta y el burro, la yuca, malanga, calabaza, boniato, el frijol, maíz, caña, quimbombó, habichuela y los frutales, entre otros cultivos.
   Allí, están ocupados todos los espacios con los cultivos varios –objeto social de la finca- aunque también están presentes subprogramas como porcino, ovino, caprino, vacuno, avícola, alimento animal y la eficacia en el uso de la tierra, este último de prioridad para Ramón, quien mediante la conservación de suelo con la utilización de barreras vivas y muertas, y la siembra en contorno –contra la pendiente- evita la erosión.
   Me gusta mi trabajo, manifiesta este campesino de 48 años de edad, quien con orgullo no oculta afirmar que "La Fortaleza" lo reconforta en cada jornada que sale al surco no solamente a sembrar, mantener y preparar los cultivos y cosechar, sino también para conservar los más de 1 500 metros de barreras erigidas con piedras para impedir el arrastre de la capa vegetal hacia la zona baja.

   Ramón Vargas Molina, despunta entre los asociados de la Cooperativa de Créditos y Servicios (fortalecida) Domingo Hernández, lo que confirma el sobrecumplimiento de sus planes entregas de productos al cierre del mes de octubre. En esa etapa ultimó con 13 toneladas de viandas, 12,8 de hortalizas, 0,5 de frutales, otras 0,5 de maíz y 0,7 de frijoles, aunque en este último renglón aspira a no menos de 80 quintales al finalizar el año.
   Esa cifra en los frijoles es ambiciosa, nos comenta el destacado productor, defensor de la agroecología surgida en Cuba en la década de 1990, y quien apuesta razonadamente, a partir de los elevados rendimientos agrícolas, por su cumplimiento con eficacia, ya que cuenta con una hectárea "bien gozada" donde se fomenta la producción a favor de sustituir importaciones al país.
   En un intercambio informal y dotado de la sencillez que lo caracteriza, Ramón reconoce el apoyo institucional que tienen los cultivadores agroecológicos para poner en práctica las técnicas mediante la introducción de los métodos y facilidades de esa disciplina en el Movimiento Campesino a Campesino y la relación al Proyecto Palma y Cultivos Varios.
   En la demarcación del Consejo Popular de Boniato, figura la CCS (F) Domingo Hernández como abanderada en la agroecología, mientras Ramón Vargas Molina entre los campesino que cada día apuesta por su consolidación.



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