lunes, 7 de noviembre de 2011

PADRE PICO: SÍMBOLO DE LAS ESCALINATAS SANTIAGUERAS


PADRE PICO:   SÍMBOLO DE LAS ESCALINATAS SANTIAGUERAS

     Entre los emblemáticos sitios que muchas personas quieren conocer cuando visitan a la ciudad de Santiago de Cuba, figura la famosa calle Padre Pico... Según comentan por su arquitectura, y porque todavía como dicen muchos no han tenido la oportunidad de precisar cuántos  escalones tiene. Sin dudas, está entre una de las atracciones de la gran ciudad de las calles en bajada y subida y sobre lomas de la pintoresca urbe caribeña.
     La Calle Padre Pico fue construida a instancias de Don Emilio Bacardi en 1899, en honor al sacerdote católico Bernardo del Pico y Redin (1726-1813), quien es una figura
 recordada en esta ciudad dada su trayectoria revolucionaria desde época de la colonia, ya que realizó una loable y destacada labor a favor de los pobres de la primera capital de la Isla.
    El sacerdote fue fundador de la Casa de Beneficencia que acogía a los huérfanos santiagueros, legó sus bienes a la institución, y por su trabajo misericordioso, se denominó a la célebre escalinata con su patronímico.
     Los estudiosos en esta novedosa arquitectura, afirman que consta de 52 escalones agrupados en 13 bloques de 4 peldaños cada uno, y 12 bases de descanso.  Anteriormente tuvo los nombres de: Loma de Boca Hueca, Cuesta de Amoedo, Tivolí, Loma de Corvacho, Loma de Piedra y Calle de los Leganitos.
     Lo cierto es que la calle Padre Pico atrae tanto a santiagueros como a los foráneos, porque, además de su propia historia forjada en siglos, es la única de su tipo existente en Cuba.  En la intersección Padre Pico y Santa Rita se veló el cadáver del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, mientras que en  la última etapa de la lucha por la liberación nacional cayó allí heroicamente combatiendo contra la tiranía de Fulgencio Batista, el luchador revolucionario Antonio "Tony" Alomá durante el levantamiento armado de la ciudad de Santiago de Cuba, el 30 de Noviembre de 1956, en apoyo al desembarco del Granma.
     Esta singular vía es paso peatonal obligado, pues es una de las puertas de entrada al popular barrio de El Tivolí, cuna del Carnaval de Santiago de Cuba, y además, fija el límite entre la zona alta y la baja de la localidad.
     La Escalinata, como popularmente también es conocida Padre Pico, constituye un Mirador natural, desde el que se divisa la villa fundada en 1515, desde sus escalones pueden observarse la antigua Catedral, en el entorno del no menos conocido Parque Céspedes, el añejo Ayuntamiento, el café La Isabelica, y otros muchos edificios escenarios de históricos acontecimientos.
     Existe en ese histórico y pintoresco sitio una placa con un pensamiento del Padre Pico que reza: "No basta ser bueno, hay que ser bueno para algo"

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