Foto: Fco Hechavarría
Él
está aquí, reflexivo, sintiendo los cambios que vive la nación, dispuesto a enfrentarlos
con la gallardía de sus eternos 55 años. Nos acompaña en la sencillez de los hombres, la valentía de las
mujeres, en el corazón de los que aprecian el sentido de la Revolución.
Por
eso hoy, en el 140 aniversario de la desaparición física de Carlos Manuel de
Céspedes, en nombre del pueblo cubano, los santiagueros le rendimos tributo al
depositar una ofrenda floral ante sus restos mortales en el Cementerio
Patrimonial Santa Ifigenia.
Marchamos
en silencio hasta su tumba. Recordamos el altruismo del hombre que sacrificó a
su propio hijo por la libertad de esta tierra en cada peldaño recorrido.
Todos
estaban en el modesto homenaje: el niño de primer grado que ya sabe leer, la
maestra que enseña la historia
de la patria, el joven artista que pintó el rostro del héroe en la pared del
cuarto, los combatientes a los que impulsó su ejemplo, y aquellos que dirigen
al pueblo, preguntándose ante cada tarea ¿Céspedes estaría de acuerdo?
Yuleidys
Vega Blanco, Secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas en el territorio,
rememoró las razones que nos convocaron al sagrado sitio: "El pasado nos
exige homenajear al paradigma de todos los cubanos. Nos acercamos recordando su
capacidad de sacrifico, al abogado de vasta cultura, y su entrega
infinita a la gesta independentista.
"Los
hijos que le fueron naciendo con el tiempo seguimos su legado y ratificamos el
compromiso de sembrar en las nuevas generaciones el amor y respeto por la
cubanía, y el espíritu digno y rebelde que abrazamos desde la manigua
redentora. ¿Quién dice que nuestro padre ha muerto? Él nos guía desde la
gloria."
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