martes, 13 de diciembre de 2011

BRUZON SE LLEVÓ LA CORONA


     EL TORNEO de Wijk aan Zee y la llegada a los 2 mil 700 puntos Elo ocupan los planes del ajedrecista cubano Lázaro Bruzón, quien recién despidió sus compromisos del 2011 con reinado en el II Abierto JAVH MacGregor.
      Contactado vía correo electrónico horas después de hacerse del cetro en la ciudad colombiana de Bogotá, Bruzón declaró en exclusiva para JIT que considera importante el mencionado certamen holandés y le dedicará cada hora a su preparación hasta el comienzo, previsto para el 13 de enero próximo.
    «Haré un trabajo fuerte porque quiero mantener el buen momento en que estoy y llegar ya a los 2 700», dijo feliz por el triunfo en suelo “cafetero”, conseguido con 8,5 puntos de 10 gracias a espectacular paso de ocho éxitos, una igualdad y solo una derrota, ante el veterano local Alonso Zapata.
   «Fue un buen torneo, igual que la mayoría de los que jugué en el año. Solo el Capablanca estuvo muy lejos de lo que me propongo», indicó en alusión a los malos momentos vividos en mayo pasado en La Habana durante una cita que casi parece una "maldición" para él.
    En cuanto al ranking, donde exhibe 2 mil 689 unidades que le sitúan segundo de Latinoamérica y en la plaza 55 del mundo, aseguró que luego de alcanzar la soñada cifra lo más importante será mantenerse estable por sobre ella y aumentarla poco a poco para evitar catastróficos descensos.
   «Creo que estoy cada vez más cerca, pero mi máxima prioridad es subir mi nivel para que me permita mantenerme una vez pasados los 2 mil 700», puntualizó.
   En el compromiso por venir, el cinco veces monarca de Cuba tendrá fuertes rivales en el grupo B al que está invitado, pues otros confirmados son los rusos Alexander Motylev y Vladimir Potkin, el indio Pentala Harikrishna y el local Sergei Tiviakov.
   Por cierto, este último fue su escolta en la capital colombiana, donde terminó en tablas el duelo entre ambos. Bruzón fue campeón de ese colectivo en el 2004 y un año después terminó octavo con 6,5 de 13 entre las estrellas convocadas al conjunto principal. (Tomado de JIT)

jueves, 8 de diciembre de 2011

BRUZON Y CAMILO LLEVAN CUATRO


    CON 11 dueños de actuación perfecta en cuatro salidas, entre ellos los cubanos Lázaro Bruzón y Camilo Gómez, continuará hoy otra doble fecha del Abierto de ajedrez JAVH Macgregor, en Bogotá, mientras desde Beijing se divulgó la llegada de Leinier Domínguez para los Juegos de la Mente.
    El GM Bruzón, primero precompetencia por sus 2 689 puntos Elo, aparece segundo de la clasificación, solo superado por el mejor desempate del MF de casa Martín Martínez, según publica el sitio web chess-results.com.
    Este último fue verdugo la víspera de sus compatriotas Johan Acevedo y Adrián Navia, mientras el antillano derrotaba al venezolano Otto Ovalles y al MF local Carlos Ramírez.
   También airoso ante contrarios de menor nivel estuvo el MI Camilo, quien superó a los anfitriones Dager Álvarez y Jairo Hernández y con ello subió hasta el tercer peldaño de la tabla de posiciones.
   Otros GM presentes en la amplia vanguardia son el estadounidense Alejandro Ramírez, el polaco Bartlomiej Macieja, el peruano Emilio Córdova, el colombiano Alonso Zapata y el holandés Sergei Tiviakov, defensor del cetro ganado hace un año cuando se celebró por primera vez esta justa.
   Completan ese conjunto el MI Alejandro Ríos y los carentes de título internacional Heimy Ramírez y John Cifuentes, todos de casa.
   Cuba también está presente ahora con los GM Luis Manuel Pérez e Isam Ortiz y el MF Ángel Luis Fernández situados en los escaños 19, 29 y 95, por ese orden.
    Luis Manuel y Ortiz muestran 3,5 puntos, uno más que Ángel Luis, el único de los antillanos que ha perdido el invicto. Al igual que en la versión anterior se celebrarán 10 rondas por el Sistema Suizo, en un apretado programa de apenas seis días.
    Y mientras esto es noticia en tierras colombianas, varios medios de prensa digitales divulgaron la presencia de Leinier en la capital china, donde desde mañana habrá acciones en el ajedrez de los II Juegos de la Mente.
    El “Ídolo de Güines” es uno de los 16 convocados en el sector masculino, todos con más de 2 700 puntos Elo y que se enfrentarán a ritmo rápido (20 min. por partida), blitz (5 min.) y las ciegas.
    El ruso Sergey Karjakin, los ucranianos Vassily Ivanchuk y Ruslan Ponomariov, los azerbaijanos Vugar Gashimov y Shakhriyar Mamedyarov y el estadounidense Gata Kamsky son otras de las brillantes estrellas convocadas.
   Por la mujeres, que también serán 16, estará la campeona mundial la china Yifan Hou, y fuerte oposición de otras conocidas como la eslovena Anna Muzychuk, la georgiana Nana Dzagnidze, la ucraniana Katerina Lahno, la búlgara Antoaneta Stefanova y la rusa Alexandra Kosteniuk. (Tomado del Seminario JIT)

Los Edificios altos en Santiago de Cuba


Los Edificios altos en Santiago de Cuba
   La populosa ciudad de Santiago de Cuba se encuentra ubicada en la región sur oriental de Cuba y, según los estudios del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), es la zona de mayor peligro y riesgo sísmico del país.
   La segunda mitad del Siglo XX brindó la oportunidad  a su moradores ver resurgir los edificios altos, los cuales nacieron con el surgimiento de centros urbanos como el Distrito José Martí, Abel Santamaría, Antonio Maceo, Pastorita, Versalles… entre otros donde se levantaron edificaciones de hasta cinco pisos.
    Sin embargo, por esa época como una novedad arquitectónica  nacieron los conocidos edificios de 18 Plantas, que para los más longevos causó  tremenda preocupación y hasta desconfianza por erigirse estas grandes moles de concreto y acero en un espacio del territorio nacional donde si tiembla la tierra de verdad y con sistematicidad.
    La decisión de construir esas altas edificación no fue algo festinado, y criterios de  los especialistas afirman que se tuvieron muy en cuenta las características sísmicas de esta región oriental, donde según datos del CENAIS, se reportan sismos fuertes desde el año 1578, estos eventos rebasan la cifra de 20. Se han reportado sismos con magnitudes mayores de 5.2 en escala de Richter, que han reflejado intensidades entre 7.0 y 8.0 en la escala MSK.
   Teniendo en cuenta el desarrollo alcanzado en el campo del diseño sísmico, especial importancia reviste actualmente el conocimiento del estado técnico desde el punto de vista estructural de los edificios altos, ya que la falta de mantenimiento y de control sobre las intervenciones negativas en estas edificaciones pueden implicar un mal comportamiento ante un sismo de gran magnitud. En ese sentido existen investigaciones y hasta un  estudio estructural que proyecta las acciones que sean necesarias para garantizar la seguridad estructural de los edificios altos.
    Entre  los edificios objeto de estudio se encuentran los ubicados en la Avenida Victoriano Garzón entre las calles Pedrera y San Miguel, suman un total de cinco edificios de 18 niveles, cuya fecha de construcción oscila entre más de 20 y 30 años. En ese Centro Urbano Sierra Maestra habita aproximadamente un total de 2000 personas.
    La revisión permitió conocer los detalles de todos los elementos del sistema constructivo de estos edificios de tecnología IMS, la cual es de producción industrial (prefabricada) y se presenta como un sistema abierto, conformado por muy pocos elementos típicos, tales como: columnas, losas de entrepiso, vigas de borde, paneles tímpanos y escaleras.   
    Este sistema posee unos paneles que se denominan paneles tímpanos, los  cuales tienen un espesor de 150 mm y rigidizan la estructura. Estos paneles se sitúan entre columnas y se refuerzan en dependencia del grado sísmico para el cual fue diseñado el edificio.
   El concepto fundamental del sistema prefabricado de esqueleto IMS de hormigón postensado consiste en la idea de obtener un sistema de elementos industrializados que, siendo prefabricados en el aspecto estático, no perdiese en nada las buenas cualidades de las construcciones convencionales.
   Este estudio fue realizado por la Empresa de Investigaciones Aplicadas de Ciudad de La Habana, cuya investigación comprendió cuatro fases:
    -Revisión de la documentación técnica de archivo para conocer las características de los elementos estructurales de los edificios.
    -Inspección visual de los edificios para conocer las patologías que los afectan.
    -Estudio estructural con equipamiento especializado para conocer el estado actual de los materiales, así como de la actividad corrosiva del acero de refuerzo.
   -Propuesta de medidas de reparación de los elementos dañados.
    Hoy por hoy, los edificios altos en esta urbe oriental forman parte de la idiosincrasia de los santiagueros quienes pese a mostrar todavía asombro, respeto a la altura, sus riegos y consecuencias, sienten la seguridad de contar con un fondo habitacional donde  prevalecen  la confianza.

martes, 6 de diciembre de 2011

Santiago de Cuba, una ¿mala arrancada o un inicio incierto?


Santiago de Cuba, una  ¿mala arrancada o un inicio incierto?

   Transcurridas dos subseries de la recién iniciada LI Serie Nacional de Béisbol, no causa preocupación, pero da mucho que hablar entre los aficionados y seguidores del equipo de Santiago de Cuba, la actuación y los resultados de las Avispas de Alcides Sánchez frente a su similares de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus.
   Sin lugar a dudas, un comienzo frente a dos grandes conjuntos para poner a prueba a cualquier novena en esta campaña beisbolera. Ante los actuales subcampeones cayeron en  dos ocasiones y se impusieron en una, mientras contra los Gallos acumularon idéntico resultado, lo que en seis encuentros celebrados tienen dos éxitos y cuatro derrotas.
   Con ese resultado se ubican en la penúltima posición dentro de su grupo, solamente por encima de Camagüey que ocupa el frio sótano.  Sin lugar a dudas, que la preocupación de muchos, particularmente de este redactor,  sale a relucir en estos momentos ¿responderá el pitcheo santiaguero a las exigencias de esta Serie?.
   Hasta la fecha consideramos que ha fallado este importante parámetro del juego, si tenemos en cuenta que colectivamente sus lanzadores acumulan en 48,2 entradas para un asombroso promedio de 5.55 carreras limpias permitidas por encuentro. Cabe señalar que sus abridores, con excepción de Denny Alá, han estado muy por debajo de sus actuaciones, mientras el relevo no ha cumplido su rol.
   Es bueno destacar la actuación de Osmani Tamayo en ese importante papel, y en verdad no decepcionado en sus apariciones en el box. Si bien el pitcheo ha estado muy por debajo de sus posibilidades, es bueno destacar que la defensa ha sido pésima y con 12 errores, junto con Pinar del Río, es el más pifia ha cometido en estos inicios con un pírrico promedio de 947.
    En cuanto al bateo, los santiagueros acumulan en 202 veces al bate un promedio colectivo de 282 de average, con 27 carreras anotadas y 57 hits conectados.
    Los números hablan de que hay que reforzar algunos aspectos del juego, en este caso el pitcheo y la defensa. Todavía es joven la serie, pero lo que no se puede es dejar escapar las victorias. La subserie frente a Industriales durante este miércoles, jueves y viernes servirá como otro medidor del conjunto indómito, que para muchos pasa por un momento incierto, o transita por una mala arrancada. Esperemos los resultados.

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Qué pensaba Maceo del negro?, ¿qué, del blanco? 115 aniversario de la caída del general Maceo


Un asomo al apostolado racial
de Antonio Maceo Grajales

Por Joel Moulot Mercaderes *

Antonio Maceo Grajales ha sido el más grande defensor que ha tenido la raza negra en Cuba y, a la vez, uno de los más tesoneros propulsores de la unidad racial –sin menoscabo alguno- de todos los cubanos...
Fue él, sin duda, quien más abogó y quien con mayor denuedo laboró, no sólo para romper las ataduras del esclavo en Cuba, sino para elevar al llamado hombre de color –tanto a los sometidos a la servidumbre como a los nacidos libres- a la alta categoría de humano pleno y ciudadano gozoso de todos sus derechos, y que ahí sirven para ilustrarlo su currículo guerrero y su valiosa  correspondencia, reflejo de sus múltiples gestiones en tal sentido.
En medio de un ambiente saturado de convicciones racistas, que sentenciaban al llamado hombre de color a ser “inferior al blanco, por naturaleza”, “hecho por Dios para servir al blanco”, y al que achacaban holgazanería, perversión y agresividad consustanciales; en medio, en fin, de prejuicios raciales tales, que incluso muchos de nuestros más ilustres separatistas llevaron a la manigua mambisa, y a los que se hicieron sólitos gran parte de los negros, Maceo fue quien más sustento dio, entre los llamados “hombres de color”, al sano orgullo de ser negro, quien más propendió a la elevación de la autoestima de los de su raza, con argumentos tan altivos como el que expuso al propio presidente insurrecto cubano, el 16 de mayo de 1876:
“Y como el exponente precisamente pertenece a la clase [raza] de color, sin que por ello se considere valer menos que los otros hombres […]”; o, cuando -rechazando un decreto del gobierno español, en 1879- exclamaba: “Tal resolución ataca claramente a la dignidad de la raza de color, a la cual tengo el honor de pertenecer […]”, o, como cuando, once años más tarde, en Santiago de Cuba, le preguntaron: “¿No se ofende Ud., General, cuando sabe que alguien dice: ‘Ahí viene el negro Maceo’ ? ”, y él, sereno, profundo, sin ufanía, respondió: “El día en que los negros –porque en realidad no tienen otro color- no se pongan bravos porque le digan negros, ese día, amigo mío, quedará salvada la raza”.
Era orgullo racial basado, por ejemplo, en la entonces historia reciente de Cuba, en la Guerra de los Diez Años, en la cual el negro cubano descolló: “En nuestros primeros tiempos [de] revolución…-recordaba al respecto- hubo para mí ascenso a oficial del Ejército, la necesidad del momento, necesidad que cada día se hacía más imperiosa, porque los males se acrecentaron y los hombres que dirigían la guerra reconocieron su incapacidad militar, dejando por tanto comprender que sus ideas de ostracismo [racial] había dejado de imperar […]”; historia en la que no sólo consiguió Maceo muchas de las principales victorias bélicas del mambisado y el más alto grado militar del ejército revolucionario, sino, además, el más grande reconocimiento de las personalidades cubanas del separatismo y del autonomismo, dentro y fuera de Cuba, y hasta de sobresalientes figuras del bando español, como fue el caso, entre otros, el del mismísimo general Arsenio Martínez Campos, quien tuvo muy alta consideración hacia el líder separatista mulato, y hasta llegó a confesar a Lacret Morlot la grande inspiración que Maceo le causaba.
Orgullo asentado tanto en lo que él personalmente había logrado, y, también, en lo que conquistaron otros hombres de su raza en esa revolución; o sea: Manuel Titá Calvar, Guillermo Moncada, Paquito Borrero, José Medina Prudente, José Maceo Grajales y hermanos, Cecilio González, Pepillo Perera, los hermanos Cebreco, Quintín Banderas, Victoriano Garzón y tantos otros,  cuya mención haría una lista interminable.
Orgullo basado, asimismo, en lo que la experiencia internacional –y Maceo la conocía en buena medida- había demostrado, en cuanto a lo que había conquistado el negro en muchas latitudes, lo mismo en el campo militar, que en civilidad, en las artes y en la ciencia, siempre que tuvo condiciones u oportunidades para ello.
Pero –cabe aclararlo- un blasón alejado, absolutamente, de toda idea fatua de predominio negro, y evidentemente derivado de su concepto de republicanismo, que en Maceo equivalía a única forma de poder político capaz de asumir y practicar de modo cabal el lema que él consideró siempre como justicia suprema: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”.
He ahí la primera clave del pensamiento racial de Antonio Maceo Grajales, y de su consecuente modo de afrontar la cuestión racial de Cuba: derrotar el estereotipo de inferioridad del negro, tanto en los blancos como en los propios representantes de la raza.
La segunda, que mucho resalta en su vida, es la defensa de los de su raza frente a la propaganda y medidas que persisten en considerarlos ya “subhumanos”, ya inhabilitados para ejercer todos sus derechos plenamente, sin sobreestimarlo, tampoco, ni enfrentarlos a los representantes de otras razas.
Así nos muestra la segunda esencia de sus convicciones raciales: la igualdad en derechos y en potencialidades, a pesar de las desigualdades en condiciones y facilidades.
Ya, el 16 de mayo de 1876, asombró y alarmó a varios, cuando escribió al Presidente de la República de Cuba en Armas, que no se sentía de menor valer por ser de la “clase de color”; médula de su ideario racial que, en reunión de diciembre de 1878, ante Máximo Gómez, Flor Crombet y varios líderes más de la emigración cubana, reiteró, al exponer su inalterable convicción de que los negros eran iguales a los blancos, y de que no admitiría la subordinación de una raza por otra, que le ganó animadversión de Flor, Ángel Pérez y otros, no obstante lo cual volvió a reiterar en su proclama del 9 de septiembre de 1879, en que sentenció: “¡El hombre negro es tan libre como el blanco!”.
No se limitó a la proclamación, buscó la solidaridad de gobernantes y de personalidades extranjeros para que colaborasen en el logro de la abolición de la esclavitud en Cuba y para elevar la raza a un estadío de acorde con los progresos de la civilización de su época, y, además, cuando el gobierno colonial español decretó limitación de entrada a la Isla a los negros y expulsiones de los elementos de dicha raza, en 1880, azuzando las prevenciones y hasta la hostilidad contra ellos, el Héroe de Baraguá escribió: “[…] y como no es posible que yo vea con indiferencia una declaración de guerra a mi raza –diría, igualmente, en una réplica a medidas injustas y discriminatorias del gobierno español en la Isla-, hoy por medio de la prensa llamo la atención de los pueblos civilizados y, muy particularmente, a los interesados para que, si posible fuere, se eviten los desastres que puede traer una contienda que carece de lógica en nuestra época de civilización y progreso.”
La tercera clave para comprender el pensamiento racial de Antonio Maceo Grajales está en su modo de apreciar cómo podrían los negros cubanos –“a quienes el egoísmo material tiene postrados en la más profunda ignorancia”- alcanzar no sólo esa igualdad en derechos, sino también en la consideración de toda la sociedad nacional, mediante el autodesarrollo, del propio mejoramiento como hombre, como persona, como ciudadano.
Cultura y virtud, eran los dos secretos que descubrió para alcanzar tales metas, por eso exigía a los de su raza no aceptar nada sobre la base del color de su piel, sino por el ejercicio de las virtudes humanas, que para él se resumían en la honradez de miras y de acción, la seriedad y responsabilidad, la voluntad, la autosuperación máxima, por todas las vías; la firmeza de principios, y los sacratísimos deberes, casi obsesivos, de conquistar la libertad, no sólo de Cuba, sino del hombre, y de alcanzar el sueño de la igualdad y la fraternidad humanas.
Refrendó todas esas aspiraciones y abogacías con su propio ejemplo, con el cual demostró, en efecto, que el hombre negro podía llegar a la misma estatura general del hombre blanco, sin favoritismo; antes bien; frente a muchos obstáculos naturales e interpuestos para alcanzar esos elevados presupuestos humanos, tocó, sobre todo, el punto más crucial de los hombres de su tiempo: la conciencia, con una labor paciente e inmensamente activa, de persuasión, desde la base de los principios: sin aceptar –repetimos- la usurpación de derechos de una raza por otra, ni la subordinación de la raza blanca sobre la negra, ni tampoco la de esta sobre aquella.
“Los cubanos no tienen más que una sola bandera –postuló-, la de la independencia, que cobija a todos los hombres de cualquier origen o raza que sean; allí [en Cuba] se lucha por la igualdad del hombre y por la emancipación de la esclavitud”
Precisamente, lo que sobresale en ese apostolado racial de Antonio Maceo es su inveterada afición a la unidad de todos los cubanos, por encima de las razas, a ver en el hombre su esencia humana, y no el color de la piel; el imperativo de que los negros se aliaran siempre a sus hermanos blancos: “¡Uníos a sus hermanos blancos!, hijos del país, que os defienden vuestros derechos, y seréis felices!” -clamaba-, para alcanzar las metas de Cuba, a la par que las propias; el afán –como dijo a su hermano José, en carta del 1. de julio de 1896- de que la democracia hallara terreno en Cuba, donde se premiaría “la idoneidad probada y el verdadero mérito”.
A los blancos, les decía: “Miren lo que los negros hacemos a vuestro lado; ayúdenlos con esta obra de abnegación y patriotismo, para la conquista de la libertad y los beneficios de la democracia, y
a los de su propia raza: “Van a crecer y a desarrollar con la libertad, pero por vuestro propio esfuerzo y merecimientos; tienen que conquistar la admiración de vuestros hermanos, para que les den, luego, esas admiración y el cariño, y así es como se establecerá entre ambos el imperio de la confraternidad—.”
Enemigo fue de las banderías raciales, y mucho más de cualquier intento de guerra de razas, porque –mil veces lo dijo y demostró-: “[…] nada rechazo con tanta indignación como la pretendida idea de una guerra de raza. Siempre, como hasta ahora, estaré al lado de los intereses sagrados del pueblo todo e indivisible sobre las mezquinas [ideas] de partidos y nunca se manchará mi espada en guerras intestinas que harían traición a la unidad interior de la mi Patria”; que no era “una política de odio la suya, es una política de justicia en que la ira y la venganza ceden a favor de la tranquilidad y la razón […]”, pese a sufrir él en carne propia tantos intentos de humillación y de pretericiones, sólo por el color de su piel.
Dijo más: “En cuanto a mí, amo a todas las cosas y a todos los hombres, porque miro más a la esencia que al accidente de la vida, y por eso tengo sobre el interés de raza, cualquiera que ella sea, el interés de la Humanidad […]”.
Eso que lo señaló en 1881, a Camilo Polavieja, lo refrendaría con otras palabras a Martí, Fuentes, Trujillo y cuantos le escribieron en diciembre de 1887: “[…] hoy como ayer pienso que debemos los cubanos todos, sin distinciones sociales de ningún género, deponer ante el altar de la patria esclava y cada día más infortunada, nuestras disensiones todas y cuántos gérmenes de discordias hayan podido malévolamente sembrar en nuestros corazones los enemigos de nuestra noble causa.”
Y aún agregaría: “La unión cordial, franca y sincera de todos hijos de Cuba, fue en los campos de Cuba, tanto en los días prósperos como en los nefastos de nuestra guerra, el ideal de mi espíritu y el objetivo de mis esfuerzos”; también: “Protestaré, asimismo, y me opondré hasta donde me sea posible, a toda usurpación de los derechos de una raza sobre otra; viniendo a ser, como ésta mi resuelta y firme actitud, una garantía para todos”, ideas que, habidas sus cuentas, concuerdan con su objetivo de fundar así la nueva Cuba: “Una República organizada bajo sólidas bases de moralidad y justicia, es el único gobierno que, garantizando todos los derechos del ciudadano, es a la vez su mejor salvaguarda con relación a sus justas y legítimas aspiraciones; porque el espíritu que lo alimenta y amamanta es todo de libertad, igualdad y fraternidad, esa sublime aspiración del mártir del Gólgota, que caso utópica aún, a pesar de 18 siglos de expresada, llegará a ser mañana, a no dudarlo, una hermosa realidad.”
Conforme el ideal de Maceo, el hombre es más que blanco, más que negro, más que mulato; hombre era para él, ejercicio constante de virtud, afán de perfectibilidad del individuo, como perteneciente a la única verdadera raza de hombres que debe haber sobre la tierra: la HUMANA.
 
*Periodista, investigador e historiador