lunes, 30 de enero de 2012

ANIVERSARIO 52 DE LA CIUDAD ESCOLAR 26 DE JULIO



"LAS ESCUELAS NO PODRÁN SER CONVERTIDAS EN FORTALEZAS". Fidel Castro.
Era la mañana del 28 de enero, 107 años después de aquel día en que, en una casita de la calle Paula, viniera al mundo José Martí Pérez quien sería, andando el tiempo, Apóstol de la Libertad y conductor de su pueblo hacia la obtención de sus más altos destinos. Era la mañana del 28 de enero de 1960 en la cien veces heroica y mártir ciudad de Santiago de Cuba.
Desde la noche antes, más bien podía decirse que desde muchos días antes, un intenso fervor martiano se sentía latir en cada hogar santiaguero, en cada espíritu de los nobles hijos de la ciudad, cuna de Guillermo Moncada. Era que ese día, la celebración del nacimiento de Martí, iba a cobrar caracteres distintos y los santiagueros lo sabían; mejor aún, estaban firmemente convencidos de ello como ya lo estaban, desde el año anterior, en que Cuba andaba, al fin, con pasos seguros por la ruta que Martí soñara y anhelara.
Fidel lo había dicho: "Entregaremos el cuartel Moncada al Ministerio de Educación para hacer de él una ciudad escolar". Y los santiagueros sabían, como los cubanos todos, que la palabra del hombre de la Sierra era como un Evangelio vivo. Y, además, habían visto un par de semanas atrás, al propio Primer Ministro subirse en un tractor y arremeter con la máquina, contra las murallas de la fortaleza en la que fueran asesinados, siete años antes, muchos de sus compañeros de lucha.
El cuartel Moncada, hoy Ciudad Escolar 26 de julio, es un edificio docente, antiguo cuartel militar, ubicado en Santiago de Cuba en Cuba.
El cuartel Moncada adquirió relevancia histórica el 26 de julio de 1953 cuando un grupo de 135 guerrilleros antibatistianos (opositores a la dictadura de Fulgencio Batista) divididos en tres columnas comandadas por Fidel Castro, Raúl Castro y Abel Santamaría realizan el asalto al mismo. Este acto, que resultó fallido, fue el comienzo de la lucha que acabaría el 1 de enero de 1959 entrando triunfante en la ciudad de La Habana y dando comienzo a la revolución cubana.
El 9 de enero de 1960, un año después del triunfo de la Revolución, empiezan las obras de demolición de los muros del acuartelamiento militar con la finalidad de convertirlo en un centro escolar. El 28 de enero de ese mismo año, Fidel Castro entrega al Ministerio de Educación las instalaciones cuartelarías para que sean dedicadas a escuela. Nace, con todo el simbolismo de la reconversión de un cuartel en escuela, el Centro Escolar 26 de julio.
Historia del cuartel
La falta de locales adecuados para el encierro de los presidiarios en la ciudad de Santiago de Cuba a finales del siglo XIX hace evidente la necesidad de la construcción de unas nuevas instalaciones carcelarias. También era necesario la construcción de algún acuartelamiento para el cobijo de las tropas.
El 6 de mayo de 1854 se hace cargo del Gobierno Civil y de la Comandancia General del Departamento Oriental de la Isla de Cuba el Mariscal de campo Carlos Vargas-Machuca, conocido con el sobrenombre de «El constructor» por la gran cantidad de edificaciones y obras que realizó en sus 6 años de mandato. En 1859, bajo la dirección de Manuel Ciria, marqués de Villaitre, comienzan las obras del denominado Cuartel del Nuevo Presidio.
La edificación, situada a las afueras de la ciudad en su lado este, cerca del cementerio y al lado del solar en el que se ubicaría el hospital militar Príncipe Alfonso, estaba diseñada para albergar a 1.001 soldados y 202 presos. Se construyó un sencillo y robusto edificio de una sola planta con sótano.
De forma cuadrangular medía 180 metros de frente y 77 de fondo. Los lados del cuadrángulo estaban ocupados por edificaciones con galerías interiores abiertas a vastos patios. En estas instalaciones se alojaban, además de la fuerza militar, 200 presos con la escolta y empleados necesarios para su mantenimiento. La entrada principal se ubicaba al oeste y mantenía otra entrada al este.
El cuartel recibió el nombre de Reina Mercedes durante el tiempo de la Guerra de los Diez Años y albergó a la caballería española que, en aquel tiempo, combatía contra los independentistas cubanos.
Junto al cuartel se realizó la construcción del Hospital Militar Príncipe Alfonso, según planos del ingeniero Manuel Soriano. Éste quedó finalizado en 1878. El hospital tenía capacidad para 300 camas y su entrada principal se abría bajo un amplio pórtico sostenido por 8 columnas. La capilla fue inaugurada en 1861 por Carlos Vargas.[1]
Durante la guerra de independencia
El cuartel «Reina Mercedes» desempeñó un importante papel en la defensa de la ciudad de Santiago de Cuba en los combates que se libraron en los diferentes periodos bélicos que dieron lugar a la independencia de la isla de España. Fue acuartelamiento de infantería y luego sirvió de sanatorio de soldados.
Durante la Guerra de los Diez Años se aumentaron las defensas del acuartelamiento. En ese tiempo se construyó el torreón de palomas mensajeras, llamado «El palomar» y que sirvió también como torre de vigía, desde el que se observa toda la bahía de Santiago y la sierra. Desde este torreón se emitían todas las informaciones de los movimientos de naves en el puerto. En 1878 se acabaron los trabajos de renovación del cuartel junto con el hospital adosado.
El 2 de enero de 1894 ingresó en prisión en el cuartel Reina Mercedes el general Guillermón Moncada donde estuvo por seis meses, junto con otros compañeros de armas.
En 1898 el ejército de Estados Unidos tomó la ciudad de Santiago y con ella el cuartel Reina Mercedes y el hospital militar Príncipe Alfonso, izando en ellos, por primera vez oficialmente, la bandera estadounidense en la isla. El cuartel y el hospital quedaron bajo jurisdicción estadounidense hasta el 31 de julio de 1902, que fue entregado al general cubano Saturnino Lora. El 18 de agosto de ese año, el cuartel Reina Mercedes se convertía en sede de la Guardia Rural de la provincia de Oriente bajo el mando de Lora. La Guardia Rural sería ratificada por el gobierno de Tomás Estrada Palma el 18 de octubre de ese mismo año.
Lara fue sustituido por Juan Vaillant y López del Castillo el 2 de febrero de 1909. El 21 de enero de ese año se inauguraba la caseta de telégrafo que, construida por la empresa estadounidense Hempel, se ubicaba al lado del Hospital Civil.[1]
El asalto al cuartel Moncada
El 26 de julio de 1953 un grupo de jóvenes guerrilleros asaltan la fortaleza, al mismo tiempo que el cuartel Carlos Manuel Céspedes de Bayamo. Este grupo era comandado por Fidel Castro. El propio Castro expondría en su alegato de defensa en el juicio por los hechos del ataque al Moncada conocido como La historia me absolverá los pormenores de la operación.
Un grupo guerrillero formado por 21 hombres y comandado por Abel Santamaría tomó el Hospital Civil. Otro de diez hombres y bajo las órdenes de Raúl Castro ocupó el Palacio de Justicia y Fidel Castro al frente de 95 hombres atacó el cuartel Moncada.
El ataque al cuartel se produjo por la posta Nº 3. Una vanguardia de 8 hombres abrían el ataque mientras que detrás de ellos iba un subgrupo de 45 hombres, en el cual se hallaba Fidel, armado mayoritariamente con armas cortas. El resto de las fuerzas, que portaban armas largas, se extravió por la ciudad al equivocarse en un cruce de calles.
Frente a la posta Nº 3 los asaltantes de encuentran con una patrulla de guardia y el enfrentamiento con ella da tiempo a que se organice la defensa del cuartel. Aún así el enfrentamiento fue rudo, con bajas por ambos lados. La retirada fue organizada en grupos de 8 ó 10 hombres defendidos por seis francotiradores.[1]
Fidel relata que las pérdidas en la lucha no fueron significativas y las bajas en el bando atacante fueron debidas, principalmente, a la crueldad y la inhumanidad del ejército una vez que el enfrentamiento había cesado. El testimonio de Fidel Castro dice:
El cuartel Moncada se convirtió en un taller de tortura y de muerte, y unos hombres indignos convirtieron el uniforme militar en delantales de carniceros. Los muros se salpicaron de sangre: en las paredes las balas quedaron incrustadas con fragmentos de piel, sesos y cabellos humanos, chamuscados por el disparo a boca de jarro, y el césped se cubrió de oscura y pegajosa sangre. ...yo sé que sienten con repugnancia el olor de sangre homicida que impregna hasta la última piedra del cuartel Moncada.[2]
La Revolución toma el Moncada
El 8 de enero de 1959, las columnas guerrilleras entran en la capital de Cuba haciendo que el hasta entonces presidente del país abandone éste. En Santiago de Cuba el ejército intenta impedir la entrada de las tropas revolucionarias. Raúl Castro toma por sorpresa el cuartel Moncada e insta a rendirse a la tropa. El coronel Rego Rubido, jefe del Regimiento Nº 1 Maceo, presenta su rendición incondicional a Fidel Castro en Loma Escantel. El cuartel Moncada y la ciudad de Santiago de Cuba quedan en manos de los guerrilleros. La tropa es desarmada y sus responsables arrestados.
Ciudad escolar 26 de Julio
El Moncada, convertido ya en centro escolar, ha venido funcionando desde entonces como un centro escolar de primaria. Posee la mayor matrícula de la provincia Oriental con más de 1.600 alumnos, que se reparten en clases de no más de 20 estudiantes por aula. La plantilla de docentes es de 245. Los resultados obtenidos por sus alumnos, contrastado en diversos concursos nacionales e internacionales, son óptimos.
 Las instalaciones, dotadas de todo el material necesario para el desarrollo de los programas educativos, poseen 80 aulas y un centro médico. Los alumnos están en régimen de seminternado comiendo y merendando en el centro.
Dentro de las instalaciones del centro escolar se ha ubicado, en la Posta Nº 3 -lugar donde se produjo el ataque el 26 de julio de 1953-el Museo de Historia 26 de Julio, que formado por ocho salas, dedica la primera a la historia de la construcción de la fortaleza hasta su conversión en centro educacional.
En 1974 se reconstruyeron las murallas del cuartel al ser declarado Monumento Nacional de Cuba.

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