jueves, 26 de enero de 2012

¿Causalidades o casualidades?



Escrito por Irán Suárez Vaillant (Estudiante de Periodismo. Universidad de Oriente)
La historia de la humanidad siempre ha estado marcada por aberrantes decisiones que nos obligan a pensar si existe el más mínimo grado de justicia y nos vuelven impotentes cuando vemos estos episodios.
Ethel Greenglass Rosenberg y Julius Rosenberg constituyeron la primera ejecución de civiles por espionaje en la historia de los Estados Unidos y como lo calificó el filósofo Jean Paul Sastre fue: "un linchamiento legal que mancha de sangre a todo un país", donde la Guerra Fría hizo que renovara sus valores, que inventasen nuevos símbolos de la virtud estadounidense y convirtió al anticomunismo en el símbolo de una sociedad nueva y más agresiva.
El juicio de los Rosenberg siempre se ha visto como un fraude por la total falta de evidencias, donde toda la acusación pesaba sobre las declaraciones de David Greenglass (hermano de Ethel), y su esposa, siendo ejecutados en la cárcel Sing Sing de New York en virtud del Acta de Espionaje de 1917, el 19 de junio de 1953, el mismo día que cumplían 14 años de casados, dejando dos hijos pequeños de 3 y 5 años.
Trascurridos 45 años, el 12 de septiembre de 1998 son arrestados cinco jóvenes cubanos que se encontraban en la ciudad de Miami en aras de obtener información sobre los planes de los grupos terroristas anticubanos que tienen allí su base de operaciones. Los Cinco fueron sometidos a un juicio manipulado en la propia ciudad miamense, dominada esta por la mafia de origen cubano. El proceso fue sujeto a una intensa campaña propagandística para ejercer presión sobre la opinión pública y el jurado, desestimando en todo momento un cambio de sede.
A pesar de ser dos procesos marcados con ciertas diferencias, coinciden y son una página importante en la gran lista de errores del sistema judicial norteamericano; no solo fueron capaces de negar sus propias leyes cegados por el odio, sino que los desterraron de todo derecho moral y humano. Es importante ver cómo existe una violación, en ambos juicios, de la Quinta y Sexta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que defienden la legalidad y justeza de los mismos.
Hay que destacar que en los dos procesos los testigos fueron sometidos a una gran presión, las autoridades obstaculizaron el trabajo de la defensa al limitar su acceso a las pruebas y documentación, además del ambiente hostil en el cual se desarrollaron, mediado por el papel de los medios de comunicación en su contra.
El juez liberal Gerome Frank al dictar sentencia a los esposos expresó: "Si fuese tan joven como vosotros, estaría ahí diciendo las mismas cosas que decís, argumentando los mismos puntos que argumentáis, sosteniendo el argumento de que esas ejecuciones previstas no son válidas, pero cuando sean tan viejos como yo comprenderán por qué no puedo hacerlo".
Tiempo después se comprendería lo aterrado que estaba el juez Frank por las posibles represalias, obligándonos a preguntarnos en la actualidad el por qué de la imparcialidad de la jueza Joan Lenard.

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