LUIS
SÁNCHEZ DEL TORO Fotos: Reinaldo
Cárdenas (ACPA)
El pasado segundo domingo de mayo, Día de las
Madres, también fue una jornada especial para Margeoris Blanco Massó, quien
después de recibir el tierno y amoroso beso y una frase de felicidades de su hijo Ángel
Díaz Blanco, no quiso dejar para luego su acostumbrado quehacer diario de darle
una vuelta a su anhelado rebaño en la nave de exposición de Rancho Vallina.
En los intrincados parajes de del Consejo
Popular (CP) de Matahambre, en el municipio de Songo-La Maya, esta peculiar
campesina, que a decir por muchos es ganadera por excelencia, en
correspondencia sus 22 años dedicados a esa actividad, experimenta una
simbiosis original entre el ser humano y la especie animal.
En una ordenada, higiénica y atrayente nave,
que distingue en ese pintoresco sitio a
Rancho Vallina, se encarga Margeoris del adiestramiento de 20 ejemplares de la
raza Santa Gertrudis, un animal muy inteligente y de dócil manejo con
temperamento tranquilo que se adapta muy
bien a los lugares cálidos.
Muy bien conoce esa
casta la experimentada cuadrera, quien añade tiene bondades específicas como la resistencia natural al calor los insectos, las plagas, parásitos y a las
enfermedades tropicales, además de mostrar una rusticidad y tendencia a
engordar que la conciben como una raza
económica y lucrativa para la producción de carne.
El “Santa Gertrudis”
es un animal muy noble, afirma Margeoris, quien subraya que para su doma para
las futuras competencias en las diferentes categorías en Ferias
Internacionales, es captado desde los cuatro meses de nacido, mientras en el
trascurso de nueve meses ya están listos para rivalizar en cualquier escenario
del país.
Muchos éxitos ha
disfrutado en estos años de trabajo como cuadrera, es decir adiestradora o
entrenadora, destacándose particularmente la etapa 2006-2014 en que “Rancho
Vallina” registra unos 276 premios y 95 campeonatos en prestigiosas Ferias como
la de Rancho Boyero, Turiguanó y Granma.
El amor, cariño y simpatía,
conjugados con una esmerada atención a la salud y balanceada alimentación,
entre otros cuidados de la masa animal, caracterizan a los cuatro ganaderos de
esta nave expositora, que tiene entre sus más consagrados a la avezada
Margeoris, quien no cesa en su quehacer de siempre enseñarle algo a grandes
campeones como Retinto, Caramelo, Georgina, Elisa,Yurisleidis…
“Tenemos positivos
resultados integralmente y continuamos
consolidando el trabajo para aportar tanto a la calidad racial de los
ejemplares como al desarrollo y cumplimiento de la política genética
del “Santa
Gertrudis”, que según los más conocedores llegó para quedarse a esta intrincada zona de Loma Azul entre los
años 1975 y 1976”, la destacada cuadrera.
Con una pícara
sonrisa en los labios dice que por esos tiempos también llegó al mundo, de ahí
su apego a estos animales, mientras actualmente también se esmera en la
formación vocacional tanto de su pequeño hijo y otros de la demarcación
integrados a un círculo de interés para perpetuar esa raza.