LUIS SÁNCHEZ DEL TORO
Importantes
retos en concebir más caminos al andar por la provincia de Santiago de Cuba tiene
en el presente año la Empresa Reparadora
de Equipos y Mantenimiento Vial (MARVI), enclavada en el histórico municipio de
Segundo Frente, después de desafiar en el 2015, el compromiso de la reparación
capital de más de un docena de puentes colgantes en esta demarcación de la
abrupta Sierra Cristal.
A
decir de Osmani Rosales Torres, director en funciones de la entidad –única de
su tipo en el territorio santiaguero- destacó que para esta nueva etapa
contarán con un moderno equipamiento, que permitirá al colectivo emprender
obras viales de mayor dimensión en cualquier región de la provincia de Santiago
de Cuba.
No
obstante, continuarán brindándole subsistencia en Segundo Frente a los puentes
colgantes, existentes desde la década de 1970, a decir de muchos de
sus pobladores que peinan canas. En total son 12 y excepto los Consejos
Populares de Soledad, Tumba Siete y Concepción no cuentan con este tipo de
accesorio, los cuales están sujetos mediante cables o piezas atirantadas desde
una bien fijada estructura.
Manifiesta
Osmani, que desde la antigüedad estos tipos de puentes han sido utilizados por
la humanidad para salvar obstáculos. Con el paso de los siglos y la
introducción y mejora de distintos materiales de construcción, este prototipo
de puente es capaz en la actualidad hasta de soportar el tránsito automotor o del
ferrocarril.
Tales
fueron los casos de los diseñados y puesto en funcionamiento en 1970, para el
itinerario de vehículos automotores en Arroyo Seco, en Mayarí Abajo, y el de
Ñongo Beco, en el consejo popular de San Benito.
En
el municipio de Segundo Frente, predomina en sus puentes peatonales, una de las
variantes más conocidas, es la que tiene una catenaria formada por numerosos
cables de acero, de la que se suspende el tablero de madera o metal del puente
mediante tirantes verticales. La catenaria cuelga de dos torres de suficiente
altura, que permiten salvar obstáculos propios de las zonas montañosas.
Las
demarcaciones de Mícara, Mayarí Arriba, La Yamagua, Loma Blanca, Taita Pancho, El Arpón, El
Manzano y La Cabaña…
son ejemplos de puentes colgantes, que sin ser tan famosos como los de Golden
Gate Brigde, en San Francisco, en California, o el que se estira sobre el
Yantze, en China, beneficia desde hace mucho tiempo el ir y venir de alrededor
del 70% de los pobladores serranos de ese intrincado municipio.
El
pasado año, manifiesta Osmani Rosales, recuperamos con estructura metálica que
desecha la industria del níquel en Moa, un total de cuatro puentes colgantes peatonales
en la localidad, así como también rehabilitamos uno en Siboney, en al ciudad de
Santiago de Cuba y otro en La
Cuchilla, en Arroyo Seco.
Para este 2016 aspiramos restaurar otros cinco
colgantes y emprender la construcción de una decena de puentes rígidos